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Los siguientes tres días fueron de un entrenamiento tras otro, sin descanso alguno más que para comer y dormir

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Los siguientes tres días fueron de un entrenamiento tras otro, sin descanso alguno más que para comer y dormir. Durante el segundo día, había tenido un enfrentamiento con Annabeth y, sorprendentemente, le había dado bastante pelea pero no iba a ganarle a años de práctica en mis primeros días.

Percy no había despertado pero las ninfas que se encargaban ahora de atenderlo habían dicho que estaba bien y despertará pronto, eso no quitaba que fuera a verlo al menos una vez al día y cuando no había mucha gente alrededor, contarle lo que pasaba en el campamento.

Robbin desapareció o mejor dicho, tuvo que volver a salir a la ciudad, pues al parecer yo no era a la única semidiosa que estaba protegiendo. Además de que Grover es el protector oficial tanto de Percy como el mío. El sátiro era un gran soporte emocional con charlas amenas durante las comidas que estaban divididas según tu descendencia.

Estábamos en el campo de entrenamiento, lo primero que podías ver era como Annabeth derribaba al que se le pusiera enfrente. Me acerqué a ella, empuñando mi espada.

____: -¡Hey Annabeth!-

La rubia derribó a un semidiós más y se giró hacia mí.

Annabeth: -¿Vienes a que te gane otra vez?- Pregunto arrogante.

____: -Eso ya lo veremos-

Tras tomar posiciones, el combate empezó; ambas hijas de Atenea competían de forma reñida, ninguna de las dos estaba dispuesta a perder, al fin y al cabo los hijos de Ares habían sido algo considerados con ella.

Los demás campistas peleaban a su alrededor y también las atacaban para hacer la situación aún más complicada, pero esto no detenía a ninguna. ____ llevaba la clara ventaja pero no esperaba que la rubia la derribara de un golpe limpio.

Annabeth: -Creí que eras más ágil-

La pierna de la semidiosa más joven se enredó entre las de la rubia y la derribó.

____: -Yo creí que eras más lista-

El combate se ponía más y más interesante, hasta que un grito las detuvo.

Grover: -¡____! ¡Ven aquí!-

Detuvimos todo y Annabeth asintió, dándome permiso de abandonar el combate. Guarde mi espada y, aún recobrando el aire, me levanté algo adolorida del golpe y con la vista en el suelo, me acerqué a paso lento a Grover.

Estaba por llegar a su posición cuando se me ocurrió levantar la vista, logré ver aquellos ojos azules que comenzaba a extrañar y una sonrisa apareció en mi cara.

____: -Estás despierto...- Dije aún sin creérmelo.

Percy: -Eso creo--

Antes de que pudiera formular algo lo abracé, este se sorprendió un poco pero terminó por corresponderme el abrazó a medias.

Convertirse En Semidiós (Percy Jackson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora