Capítulo 6

682 78 9
                                    


Rutina

1 semana

Eso es lo que llevaba en casa sin la compañía de su esposa, y honestamente, comenzaba a deprimirse en la soledad de la enorme casa, motivo por el cual no se molestó en cuanto Midoriya le pidió permanecer más tiempo en la escuela con el objetivo de cumplir el capricho de la niña de cabello azul que había quedado a cargo de uno de los estudiantes de tercero.

— Sabe... — Comenzó el chico sentado junto a él — Creí que era mentira eso de que mi piano era hermoso — Miró a través de la ventana del auto con una sonrisa triste — Pero en cuanto Eri volvió a aparecer pidiendo que lo hiciera de nuevo y de nuevo a lo largo de la semana pasada, comencé a creer que realmente no lo hacía mal — Giró hacía el mayor con una sonrisa mas sincera y los ojos achinados — Es tonto ¿no? Incluso usted me había dicho que lo hacía bien

Shoto lo miró con curiosidad, era cierto que le había dicho aquello el primer día que había aparecido la niña junto con Togata, pero realmente no esperaba que su opinión fuera algo que recordara uno de sus alumnos.

— ¿Por qué sería tonto? — Preguntó regresando la mirada al frente — ¿Es tonto darte cuenta de tus virtudes?

Izuku borró su sonrisa. De alguna manera las palabras del profesor calaron muy profundo en su interior. Se sentía estúpido por tardar en creer en si mismo, pero Todoroki sensei tenía razón, lo importante era que lo estaba haciendo ¿no?

— Disculpa — Se disculpó al notar como por la mejilla del pecoso resbalaba una lágrima — ¿Dije algo inapropiado? — Orilló el auto para asegurarse.

— ¡Ah! — Izuku limpió la lágrima rápidamente con la manga de su saco — N-No es nada. Solamente es una basura en mi ojo — Comentó tallando ambos ojos esperando que no hubiera alguna otra lágrima que le fuera a traicionar

— ¿Seguro? — Preguntó curioso el maestro

— ¡Sí! No se preocupe

— De acuerdo — Todoroki volvió a poner en marcha el auto reincorporándose a la transitada avenida

Izuku observó a su profesor de reojo, el mayor se veía claramente cansado y las bolsas en sus ojos, estas no hacían más que crecer día tras día, además ¿No estaba bajando de peso?

— Sensei — Llamó el menor — ¿Usted también se encuentra bien?

— ¿Huh? Sí, supongo — Respondió el mayor sin intensión de hablar nada más al respecto.

— Bien... — Respondió Izuku con gesto serio. No estaba bien, pero no iba a insistir.

2 semanas

Tiempo suficiente para que el frigorífico quedara casi vacío, las comidas preparadas por Momo, finalmente habían acabado dejando únicamente un jitomate posiblemente añejo, y un galón de leche, cosa que Shoto compraba cada semana sin falta para beber directamente de la boquilla.

Cerró la puerta del electrodoméstico sin ganas, tenía hambre, sí, pero no lo suficiente como para animarse a salir al minisúper más cercano y cocinar. Quizás ese día solamente comería el almuerzo en la escuela y ya, en caso de tener más hambre siempre podía salir a algún restaurante u ordenar comida a domicilio. Definitivamente no necesitaba utilizar la cocina.

El día transcurrió monótono, los primeros días de esa semana, tanto Iida como el cabeza de arbusto, le habían estado preguntando por su bienestar, pues a pesar de todo, cada día parecía más agotado que el anterior, algo realmente preocupante para ambos.

InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora