Capítulo 19

639 75 44
                                    

⚠️¡ATENCIÓN!⚠️

*Esta parte del fic va a contener un intento de agresión sexual. Si alguno o alguna no se siente cómodo con temas de esta índole, les recomiendo no leer este capítulo. 



NO, TÚ NO.

Izuku ingresó a su habitación bajo la atenta mirada de Katsuki. No sabía ni cómo ni porque el cenizo estaba en su casa, pero ahora mismo, aquellas dudas no le perturbaban tanto como el hecho de que Katsuki buscaría una respuesta sobre el dónde había estado.

Algo que en serio, prefería no responder en ese momento.

Los ojos rubíes lo recorrían de arriba abajo con un detenimiento tan aterrador, que Izuku únicamente podía removerse con incomodidad al no saber que podría encontrar su amigo de la infancia con aquella mirada analítica.

No había algo que pudiera delatar el donde había estado ¿cierto?

— Lloraste — no fue pregunta

— Kacchan... — Izuku apartó la vista tratando de ocultar su mirada.

Katsuki frunció el entrecejo por aquel reflejo en el menor, ¿Por qué carajos quería ocultar aquello? ¿Quién mierda le había hecho llorar si no era él? ¿Dónde mierda había estado?

Millones de preguntas se habían formado en su cabeza desde que esa tarde al volver de la escuela, Mitsuki le había pedido ir a casa del peliverde a dejar aquellas llaves que Inko, había dejado en casa de los Bakugo confiada en que su hijo iría directamente ahí al notar que no cargaba con ellas. Algo que jamás pasó y que solo pudo preocupar a la madre del cenizo, quien, para salir de toda angustia, pidió a Katsuki el ir a dejar aquello por si Izuku estaba esperando fuera de su casa.

Katsuki claro que no se pudo negar, pues para él no era sorpresa que Deku jamás llamara a su puerta. Él mismo le había amenazado con que jamás se atreviera a hacer dicha estupidez.

Sin embargo, un sentimiento extraño e incómodo llegó a su pecho cuando al llegar a la puerta de entrada, no puedo vislumbrar rastro de Deku.

Él definitivamente tenía que estar ahí.

¿O acaso habría entrado por la ventana como él solía hacer?

Tuvo que ingresar para percatarse que aquel, no era el caso.

Deku simplemente no estaba.

En ese momento Katsuki solo pudo pensar en que algo definitivamente estaba mal. No solo porque Izuku no estuviera ahí, sino que lo extraño era que el nerd sabía que su madre no se encontraría y, aun así, nunca le llamó para encontrarse como solía hacer.

Katsuki claramente sabía que Inko nunca se iba sin decirle a su hijo sobre sus turnos de trabajo.

Así que, ¿Por qué razón no le habría llamado? ¿Habría quedado con alguien más?

No. Imposible. Deku no tenía a nadie más.

Algo más estaba sucediendo.

Deku era un imbécil y tonto, siempre tan iluso, que jamás hubiera desaprovechado esa oportunidad para llamarle y pedirle que se vieran, pues, aunque Katsuki no hubiera tomado un entrenamiento, el peliverde trataría de convencerlo de que se vieran.

Porque Deku era así.

Era un pobre idiota que no dejaba de seguirle tan ciegamente. Un imbécil que había seguido tras él a pesar de todo. Un tarado que había hecho que el mismo sobrenombre de "perro" resultara ofensivo para el mismo animal, pues en su maldita vida, nadie debía ser capaz de soportar aquel maltrato que recibía el chico.

InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora