Capítulo 14

737 80 28
                                    

COBARDE

Izuku desapareció por la puerta del aula dejando atrás al profesor, quien, en ese momento, no hace más que aferrarse a su cabello con frustración.

¿Por qué mierda hizo eso?

Se pregunta apretando los ojos con impotencia, pues a pesar de todo, conoce la respuesta de aquella interrogante. Sabe bien por qué no lo hizo y también sabe por qué de no haberlo hecho, hubiera estado mal, en más de una forma.

¡Por Dios! ¡Izuku es su estudiante! ¡Su maldito estudiante!

No puede hacer eso.

No puede desear besarlo con tanto fervor como ahora hace.

No puede arrepentirse de su decisión, pues bien sabe, que esto es lo mejor por hacer.

Aun así...

¿Por qué es esta la felicidad que ha encontrado?

¿Por qué no pudo ser alguien más?

— Mierda... — Musita odiándose por dentro. Pues también sabe, que, de no ser maestro, lo habría hecho. Lo habría hecho ignorando también, que el peliverde era un menor. Lo habría hecho sabiendo que Midoriya, estaba sumamente vulnerable por soltar a Katsuki. Aunque... él no sabría que él siempre fue el motivo de eso.

La simple idea de haber estado a punto de mandar todos sus principios y moralidad al carajo, lo asusta. Lo hace porque realmente quería hacerlo... quería permitirse ceder a aquella felicidad que no deja de estar mal.

¿Qué mierda está mal con él?

El pecoso tarda alrededor de una hora en regresar, y Shoto ni siquiera es capaz de notar aquello, pues muy a su pesar, se ha pasado todo el rato pensando en cada maldito escenario que pudo haber pasado de no haberse girado. Algo que ya no sabrá...

Izuku por su lado, se ha tomado su tiempo para calmarse. No puede ignorar que no hace mucho, sus lágrimas eran por su amor finalizado, motivo por el cual sabe lo confusas que sus acciones pudieron haber parecido por haber intentado besar a su maestro, quien desde que ha regresado, no se ha movido de su sitio en el banco del piano.

Debe disculparse.

Debe hacerlo por haber siquiera pensado que lo que hacía estaba bien. Porque no, no lo estaba.

Él era su profesor. Su profesor 12 años mayor. Su profesor casado con una pro heroína, pues sabe bien, que, por algún motivo, Shoto aún no ha hablado con Momo para proseguir con el trámite del divorcio, lo cual lo hace sentir peor, pues ahora la idea de que estuvo a punto de besar a un hombre casado, le hace sentir repulsión de sí mismo.

Frunce el ceño junto con los labios a la vez que, con un trapo, limpia la superficie de cada instrumento buscando que ninguno se llegase a estropear.

Quiere irse. Quiere desaparecer. Quiere estar en casa y por primera vez en ese día, pensar en todo: En Kacchan, en su quirk, y por supuesto en su profesor, pues a pesar de todo, no quiere perderle por aquel torpe movimiento que trató con él.

Cuando el aula queda completamente limpia gracias a Izuku, es cuando Todoroki se levanta.

Con mirada penumbrosa, se dirige a la puerta, donde un simple "vamos" que menciona bajo el marco de la misma, alerta a Izuku de que ya es hora de retirarse.

El camino de regreso, es tenso. Pero a pesar de eso, ninguno de los dos se atreve a romper el silencio, por lo que, en medio de tal incomodidad, llegan a casa del pecoso, quien baja con una tímida despedida antes de desaparecer en las unidades departamentales, dejando detrás a su profesor, quien una vez en su ausencia, es capaz de relajar el rostro a uno aliviado, pues ahora que Izuku no le acompaña, debe de despejarse de lo que sea que hayan tenido en ese momento, pues no deja de pensar en aquel instante en el que casi cumple su más loco sueño, no deja su mente con la vaga idea de que quizás, acababa de perder la oportunidad de permitirse ser feliz por culpa de sus propios principios, unos que comienza a aborrecer mientras más profundo cae en el pozo de sentimientos que tiene por el chiquillo.

InmoralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora