II. La huida de Lan JingYi [ZhuiYi]

Cinco

Nota: Hola, les mentí. Me equivoqué en mis cuentas. No son seis capítulos, son cinco. Pero hay tercera parte porque esto ha terminado siendo una triología. (La tercer parte ya la tengo terminada en el cel aunque le faltan detalles, ampliaré en las notas finales.

Lan JingYi

JingYi tembló, se sintió aturdido, desorientado y expuesto mientras SiZhui se ponía de pie. Este no le habló, pero sí lo miró. ¿Cómo podía haberse dejado llevar otra vez? Le costó no sentirse culpable ¿Qué ocurriría cuando le contase que estaba embarazado?

Más tranquilo y relajado se sentó y cubrió con la túnica su cuerpo desnudo. Se fijó en la lujosa sala.

Oh.

¿Alguien los habría escuchado? ¿Habría gritado? Se puso rojo. Tomó la túnica con dedos temblorosos. Debía marcharse de allí. Necesitaba más tiempo para decidir cómo le iba a contar a SiZhui que iba a ser padre y para reforzar sus defensas.

—¿Qué estás haciendo?

JingYi se giró. Estaba en la puerta listo para irse. En cambio, SiZhui estaba completamente desnudo.

—Debería marcharme —Le dijo, intentando hablar con firmeza, a pesar de que ya no estaba tan seguro de su decisión.

—No —le respondió SiZhui, acercándose y llevándolo para que se sentara—. No quiero que te marches —apoyó una mano en su nuca y lo acercó. SiZhui le dio un beso en la frente y la ternura del gesto fue tal que lo hizo flaquear—. Hemos dejado muchas cosas pendientes. He vuelto a decir todo mal. Lo siento. —Entonces, SiZhui rozó su cinta.

JingYi sintió calor en las mejillas. SIzhui sonrió.

—Está torcida. —Comentó.

JingYi se llevó una mano a la cinta. Estaba en su lugar.

—Debería... debería marcharme —Repitió.

—No, no deberías marcharme —Lo contradijo SiZhui.

—¿No?

SiZhui enterró los dedos en su cabello, empezando a peinarlo y JingYi, que de pronto practicaba el discurso que no había tenido la ocasión de recitarle, se estremeció. La deliciosa sensación de estar siendo peinado por SiZhui desnudo lo invadió entero y despertó un calor que había creído saciado solo unos minutos antes. Dejó escapar un gemido.

—¿Te gusta? —Le preguntó SiZhui.

—Sí, mucho.

«Demasiado».

Ya no se quería marchar. Quería quedarse.

Se cruzó de brazos para controlarse. SiZhui le masajeó los músculos de la nuca. JingYi tuvo que contener otro gemido. SiZhui fue descendiendo hasta llegó a la parte más baja y a JingYi se le escapó el gemido.

—Rayos... —Siseó SiZhui

JingYi abrió los ojos y lo miró. SiZhui estaba rojo y con la mandíbula tensa. Entonces JingYi notó su erección. Tragó. Sabía que tenía que contarle que estaba embarazado, pero no tenía por qué hacerlo ahora mismo ¿Podía permitirse disfrutar el momento?

SiZhui alargó la mano y pasó un dedo por su pezón. JingYi dio un grito ahogado y SihuiZ se lo apretó.

—Estás sensible, están un poco inflamados —Comentó SiZhui. Era cierto. SiZhui inclinó la cabeza para tomarlo con la boca, pero jingYi se apartó—. ¿Ocurre algo? —le preguntó al verlo dudar.