Al abrir los ojos una vez más, se escuchó el eco de un berrido grave y el intenso aroma de lirios. Se encontraba acostado en su forma de lobo sobre un risco frente a una laguna en medio de un bosque, bajo la luz de la Luna llena.
Reconocía ese patrón en el cielo, dondequiera que estuviera. Un ser tan orgulloso y vanidoso como Sirius Black no dejaría pasar la oportunidad de alardear sobre el noble origen de su nombre, recordando esos días como amigos, como manada.
Un fuerte aullido resonó, y Remus sintió el impulso de responder, pero su cuerpo estaba agotado.
Sabía que iba a morir pronto. La ausencia de su Omega lo había sumido en una profunda depresión. No quería dejarlo solo, pero con el lazo roto de una primera manada y el de una nueva incompleta, el estado de su pareja inconsciente superaba a un lobo viejo como él.
El tranquilo paisaje, el viento acariciando su pelaje, lo apaciguaron, suavizando su agitación.
Miró el cielo despejado, inhaló profundamente y le aulló a la Luna llena, como una despedida. La tristeza y la derrota se filtraban, fusionándose en una única melodía.
Un delicioso aroma llegó a sus pulmones, reviviendo el letargo en su corazón, junto con un aullido desconocido que respondía al suyo.
¿Era real?
No podía ser, pensó. Tal vez era una jugada de su mente agonizante.
Se sentía cerca del final, pero tal vez la Luna le había dado el regalo de una despedida en paz, una última sonrisa para encontrarse con su pareja una vez más y reunirse con su antigua manada en la eternidad.
Un segundo aullido, aún más cercano, intensificó el delicioso aroma. No eran delirios. Era la realidad. Su Omega estaba corriendo hacia él.
Con esfuerzo, trató de levantarse, usando la poca energía que le quedaba. Su alma vibraba con felicidad ante la perspectiva del reencuentro.
Intentó bajar del risco, pero sus patas tambaleantes lo hicieron caer de costado, lastimándose las costillas. El dolor lo dejó inmóvil, tratando de recobrar el aliento. Se sentía agotado, quería parecer fuerte ante su cachorro, pero su cuerpo ya no respondía.
Cerró los ojos para no ver la desilusión en las cuencas esmeralda de Harry. Quería desaparecer, pero sabía que lo único que le quedaba era descansar y no alarmarlo.
El sonido de las pisadas de Harry se acercaba, y aunque permaneció inmóvil, su alma se calentó al sentir la desesperación de su Omega, la respiración errática y el comportamiento frenético. Saber que era la causa de su angustia lo destrozaba. Ser el motivo por el que Harry viviría y también por el que moriría para verlo seguro y feliz lo estaba matando.
Ladró, asegurándole que aún no estaba muerto ni gravemente herido, que no tenía sentido preocuparse por asuntos triviales. Se acomodó para alcanzarlo, lamiendo su hocico y orejas para calmarlo.
No solo lo hacía para apaciguar a su Omega, sino porque necesitaba sentir a su pareja viva junto a él. Cambió a su forma humana para poder abrazarlo y sentir el calor de su cuerpo.
— Volviste, Harry. Volviste a mí.
Sintió el cambio de Harry, pero no se separó de él. No tenía fuerzas para hacerlo.
El dulce aroma de Harry lo envolvió, consolando y curando su ser agotado. Había madurado un poco, sus tonos se habían acentuado y el olor a leche había desaparecido, haciendo que su aroma fuera aún más adictivo.
Ambos cambiaron a su forma lobuna por comodidad. Remus estaba exhausto y Harry quería compartir su calor. El pequeño Omega se acurrucó a su lado, lamiendo el pelaje de Remus, tratando de confortarlo. Usó sus nuevas habilidades de Omega para ayudar a su Alfa, aunque le dolía ver el verdadero estado de su tutor y compañero de manada.
A pesar de su agotamiento, ambos se durmieron arrullados por el dulce aroma de lirios y las suaves pisadas que parecían protegerlos.
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¡Estoy de vuelta! De milagro se me permitió escribir y editar los capítulos por lo que estoy muy emocionada.
Espero les guste el capítulo y disculpas por lo corto estoy oxidada debido al largo tiempo que estuve inactiva. Espero que les guste.
Cualquiero error ortografía me escriben en los comentarios para así poder corregirlo.Besos y abrazos.
Atte: Su sorprendida autora
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Luna Llena [HP]
WerewolfLas callosas manos del hombre masajeaban sus adoloridos músculos después de pasar su primera noche como una criatura oscura. A pesar del miedo que sintió por el probable rechazo que sentirían sus amigos y la única familia que le quedaba, ahora podía...