Los pasillos estaban vacíos, como un vasto túnel donde cada eco se amplificaba, retumbando por las frías piedras del castillo de Hogwarts. Cada paso de Peter Pettigrew parecía más pesado que el anterior, resonando en la soledad de la noche. Era como si el castillo entero estuviera observando, esperando que cometiera el más mínimo error, un error que, sabía, podría costarle la vida.
Peter, ahora reducido a la forma de una rata, se deslizaba en silencio, pero en su pecho no latía el ritmo de un roedor común. En su pequeño corazón, el miedo bombeaba con la fuerza de mil truenos. Siempre había sido el más cauteloso, el más astuto, el que lograba sobrevivir cuando todo parecía perdido. Y, sin embargo, ahora lo sentía, cada músculo tenso, cada pelo erizado: esa sensación helada que acompaña a quienes saben que están al borde del abismo, tan cerca de caer que pueden oler su destino.
El peso del pasado se le hacía insoportable. Las imágenes del fatídico día que había sellado su traición no lo dejaban descansar. Recordaba los ojos de James Potter, llenos de confianza, de amistad, antes de que su vida se apagara de manera violenta. La explosión, la magia descontrolada, y cómo, al final, la vida de todos los que había destruido se reducía a una huella de sangre que nunca podría borrar. Su traición, su cobardía. El culpable, la verdadera cara del monstruo, siempre había sido él. Pero nadie lo sabía. Nadie sospechaba del pequeño roedor que corría por los pasillos. Nadie, excepto uno.
El regreso de Sirius Black cambió todo. El nombre resonaba en su mente, un recordatorio del monstruo que él había creado. Y cuando Peter estaba cerca de él, el miedo le retorcía las entrañas, un miedo primitivo, visceral, que se apoderaba de cada célula de su cuerpo. Sirius sabía la verdad, y Peter sabía que si lo encontraba, todo acabaría para él.
Con cada crujido de madera que escuchaba, con cada pisada que resonaba, el miedo lo paralizaba aún más. Un aullido le hizo detenerse en seco. El sonido de Sirius.
El recuerdo de Sirius, su amigo, ahora su enemigo, le provocó un escalofrío que subió por su espina dorsal, dejándole un sabor metálico en la boca.
Sirius sabía lo que había hecho. Sirius lo mataría si lo encontraba.
La idea de ser expuesto, de que su traición saliera a la luz, era más aterradora que cualquier hechizo mortal. ¿Cómo podía seguir ocultándose de su amigo, de su compañero de manada, el hombre que lo había conocido tan bien? ¿Cómo podía huir ahora, sin que la verdad lo atrapara?
El sonido de los pasos de Sirius se acercaba, y Peter, en su forma de rata, sentía como si el mundo entero hubiera reducido su existencia a ese momento. No podía ser encontrado. No podía, porque si lo hacía, no habría manera de escapar.
Corrió, se deslizó por las grietas conocidas, pero no pudo evitar la sensación de que estaba corriendo en círculos, atrapado, como una bestia cazada, siempre más cerca de la jaula. *¿Y si Sirius ya lo había visto?* Ese pensamiento lo paralizó un segundo. No podía arriesgarse.
Cuando los pasos de Sirius se hicieron más lejanos, una pequeña chispa de alivio se encendió en su pecho. Pero solo por un instante. Sabía que el tiempo se agotaba. Cada momento era una nueva oportunidad para ser descubierto, y si eso sucedía, su vida no valdría nada.
Con un último vistazo hacia el pasillo, al sonido de los pasos de Sirius cada vez más cercanos, Peter se transformó nuevamente en su forma de rata, y comenzó a correr sin mirar atrás. El miedo era su único compañero. El miedo y la necesidad de escapar. Y, mientras corría, no podía dejar de preguntarse: *¿Cuánto más podría sobrevivir así?*
۞𓂀 ᕼ.ᒍ.ᑭ. // ᖇ.ᒍ.ᒪ. 𓂀۞
¡Hola, hola! Espero no haberlos hecho esperar tanto, me disculpo por la demora.
Pase por un momento de escasez creativa.
Mi vida estaba tan en desorden que el estrés no me permitía continuar con mis historias.
Por suerte, ya estoy mejor, encontré un gran equilibro entre todos mis deberes y mis pasatiempos. Siempre es bueno tener un pequeño espacio para uno mismo y no perderse.
Me releí mi propia historia y la misma no me convencía del todo, así que le hice algunas modificaciones, pero manteniendo lo importante de la historia. Espero que les guste tanto como a mi me gusto hacerlo.
Atte: Su renovada autora.

ESTÁS LEYENDO
Luna Llena [HP]
Hombres LoboLas callosas manos del hombre masajeaban sus adoloridos músculos después de pasar su primera noche como una criatura oscura. A pesar del miedo que sintió por el probable rechazo que sentirían sus amigos y la única familia que le quedaba, ahora podía...