"Mi corazón siempre palpitante,
todavía es incómodo y desconocido
para mí, no lo sé bien.Si quieres abrazarme, dilo así
no me sacudas con este complicado juego
cada noche de cada día me quedo dormida
pensando en la razón por la que te odio, pero
incluso en mis sueños me abrazas y me mareas mientras sonríes.Tú eres una mala persona
además eres un mal amor,
¿Tomas todo mi corazón y no me entregas tu corazón?Tu rostro sólo sigue viniendo a mi mente
no sé bien si me gusta o me desagrada.-----------------------------------------------------------------------
La pelinegra había escuchado esa canción toda la tarde, repitiendo una y otra vez la melodía, parecía que habían plasmado lo que era su relación con Sesshomaru Taisho.
Ella no se reconocía, había vuelto a caer. Se había prometido no hacerlo, pensaba haber aprendido lo que es un mal amor después de conocer a Naraku pero algo estaba mal.
Sesshomaru parecía diferente, pero al final termino confundiendola más.
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:El departamento que pertenecía a Kagome, esporádicamente recibía a su atractivo novio. El peliplata estaba tan seguro del amor que le profesaba la pelinegra que olvidaba ocultar sus aventuras, pero quizás esta vez ya no sería igual.
Kagome no podía dormir, hacer el amor con Sesshomaru ya no se sentía como antes. A pesar de que ella no entrego su cuerpo en la relación con Naraku Onigumo, ahora sí cedió su alma y la envoltura.
Esa noche Sesshomaru había llegado un poco bebido, Kagome no lo esperaba,pues siendo el heredero de la gran familia Taisho era muy común que tuviese "cenas de negocio". Pero allí estaba, envuelto en ese elegante traje blanco que tanto hacía resaltar sus ojos ámbar, con ese aroma que sólo a él parecía pertenecer.
Solo unas pocas palabras y terminaron uniéndose en lo más íntimo que su morfología lo permitía. Pero aunque él se encontraba durmiendo plácidamente, la pelinegra tenía una tormenta en su mente.
- No te sigas haciendo daño, pretendes no darte cuenta- la voz dulce y coqueta de su amigo Kōga resonaba como un eco. Él la había visto llorar y era inevitable querer ahorrarle sufrimiento, el mismo que él sentía al verla así.
Sus pensamientos fueron interrumpidos con el vibrar de un celular personalizado que se encontraba en la mesa junto a la pequeña cama de la pelinegra.
« ¿ Estoy esperándote cariño, cuánto más vas a tardar? » -Onigumo Kagura.
Era el mensaje que había interrumpido como un trueno su tormenta mental. Las lágrimas comenzaron a resbalar por sus coloradas mejillas, como podía tenerlo tan cerca y sentirlo tan lejano.
Tal vez era el momento de dejarlo ir. No podía seguir entregando su corazón a quien no le daba el suyo y mucho menos perderse en la incertidumbre de ese juego.
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Créditos de la imagen : A quien corresponda.
Es un texto diferente a lo que suelo escribir, pero comencé un dorama que quizás no termine de ver porque mis espectativas del amor son diferentes pero no pude evitar hacer un escrito basado en ello.
La canción se llama Nevertheless es de la agrupación coreana Night Off.