Nadie en todas las tierras del oeste y aún fuera de ellas podía creerlo, aquel quien decía aborrecer a los humanos había terminado por tomar como pareja a una mujer de esa débil raza.La joven que un día acompaño a su medio hermano hanyō ahora podía verse a su lado.
Y no era un asombro unilateral, pues también los aldeanos a quienes ella servía con sus poderes espirituales seguían un poco incrédulos. Una cosa era haberla visto con el joven de orejas de perro y otra su unión con aquel que representaba todo lo opuesto.
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:Era uno de esos días en que el aire fresco inundaba el ambiente, el verano se aproximaba y las flores de los campos vestían la superficie con su belleza, cuando el Daiyōkai más poderoso que se conocía volvió de un breve patrullaje en busca de alguna amenaza a lo que deseaba proteger.
Kagome dejó su cesta a un lado al sentir la presencia del peliplata y con paso lento empezó a caminar, tenía algo que ansiosa esperaba contar pero no quería ser descubierta tan fácilmente. Más fue imposible, Sesshomaru vuelto un destello de luz se encontró rápidamente cargándola en sus brazos.
Su mirada lo decía todo, él lo sabía. Juntando sus frentes, en los ojos de su compañero podían verlo: "una nueva vida pronto llegaría".
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Créditos: Weeting.