Habían pasado casi 5 años desde que Kagome volvió al Sengoku, y cosas sucedieron desde entonces.
Ella e Inuyasha entendieron a quien amaban en realidad pero al parecer ni el chico de orejas de perro ni su querida amiga estaban destinados a la felicidad.
Como si fuera un fuego quemando Sesshomaru se alejo de la pelinegra cuando sin querer escucho que ella le amaba,había cambiado mucho desde que ella tocó su vida pero aún se debatía entre su orgullo y el amor.
Nadie supo que fue de él durante 2 largos años, hasta ese día que estando en un claro cercano a la aldea, ella lo vio venir,en un andar parsimonioso y elegante.
--- ¿Escuchas mi corazón Sesshomaru?
Contempló a lo lejos como el aristócratico rostro afirmaba.Cada vez más cerca a ella,en pocos minutos el daiyōkai de ojos ámbar llegó hasta donde Kagome lo esperaba y tomándola en sus brazos susurro a su oído.
--- Mi corazón igualmente late por ti.
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