Capitulo 6 - Advertencia

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Cómo era de esperarse, Davina llegó más tarde de lo acordado

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Cómo era de esperarse, Davina llegó más tarde de lo acordado. Cómo siempre, caminó hasta el mismo bar, atravesando la misma pista, visualizando las mismas luces y sintiendo el mismo clima. Se dirigió a los asientos que prácticamente les pertenecía a ella y sus amigos, nada parecía salir de su órbita, excepto que alguien ocupaba el lugar vacío al lado de  Erick. La joven los observó mientras se acercaba casi en cámara lenta. Había muchas risas y nada parecía ser difícil, sin embargo dudaba de su capacidad de actuación. Teniendo a Iván sentado en frente, después de pasar más tiempo del que recordaba y confiar más de lo debido, era difícil mostrar algo que no había entre ellos: distancia.
Finalmente dejó atrás su cobardía y sin vacilar tomó asiento al lado de Lunna. Ella se movía en su asiento con la música moderada del lugar y bebía un néctar rojo, de la misma intensidad que su vestido mangas largas. Automáticamente se abrazaron un instante.

—¿Te acordaste de llegar? —Bromeó Erick por su tardanza y le ofreció el puño para chocar dada la mesa que los separaba —. No sé si te acordás de Iván.

Davina asintió y cruzó mirada con el joven que parecía disfrutar toda esa actuación. Quizá planificaba redoblar aún más el juego repentino de provocaciones.

—¿Y que te parece este lugar? —le consultó a Iván para fingir interés en el supuesto invitado.

—Se ve muy bien —le respondió enseguida, pero todo de él denotaba segundas intenciones —. Me gusta el estilo —reforzó mientras inspeccionaba disimulado el enterizo negro y ajustado de la muchacha.
Davina lo tenía en frente, solo los separaba la mesa pero a leguas notaba sus intenciones. Para el él todo era bromas, incluso si eran a costa de ella.

—¿Y el suggar? —preguntó Lunna con la bombilla del trago en la boca y una sonrisa burlona, haciendo alusión a Lorenzo.
Davina se rio y negó con la cabeza.

—Estresado. Recién vengo de su casa —respondió sin darle más importancia —. ¿Qué están tomando? —consultó al ver varias bebidas distintas.

—Gin —dijo rápidamente Iván —. Y ellos cerveza, artesanal —aclaró orgulloso.

—Te pedí una —habló el otro joven de camisa azul lisa mientras se colocaba una gorra de visera.

Davina le tiró un beso a su amigo y se dispuso a tomar.

—Bueno, Iván. Ahora que tenés las intenciones de juntarte con nosotros tenés que saber algo—comenzó Lunna ocupado la atención de todos, se la notaba eufórica por el alcohol y con ello podía ocurrir cualquier cosa.

—No podemos ser cuatro —interrumpió Davina divertida y tomó unos snack de la mesa.

—Que salga Erick entonces.

—Recuerdo que el grupo empezó por mi, pero gracias —Soltó el joven fingiendo estar ofendido por las palabras de Lunna
Los cuatro comenzaron a reír.

Sobrenaturales《Disidencia》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora