Capítulo 6

1.6K 80 0
                                    

Kim

Despues de trabajar había venido a casa para comer con mi familia y luego limpiar el establo, estaba limpiando la última cuadra y mi madre entró junto a Paul.

-¿Te falta mucho? - pregunto Paul.

-Me queda limpiar los cascos de Hercules - les dije saliendo de la cuadra acariciando a Perla.

-Cariño, ayúdala, yo iré a preparar algo de merienda - dijo mi madre, dejó un beso en mi frente y mi padre me ayudo.

Terminamos de limpiar los cascos de Hercules y me encargue de dejarles de comer.

Rellene todos los comederos de los caballos y revise que tuvieran agua suficiente hasta mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rellene todos los comederos de los caballos y revise que tuvieran agua suficiente hasta mañana.

Salimos del establo y volvimos al interior de nuestra casa.

Mi madre había hecho te matcha para los tres junto a unas quesadillas.

-¿Te quedarás a dormir en la casa de Trevor esta noche? - pregunto mi madre con una sonrisa que sabía lo que significaba.

Trevor es mi mejor amigo, y siempre que salimos de fiesta duermo en su casa ya que el vive en el centro. Le había dicho que me cubrirse con mis padres.

-Si, así es - dije con una sonrisa, terminé de merendar y fui a mi habitación para ver que me ponía.

Encontré un vestido perfecto para esta noche y sonreí.

Busque la ropa interior para esta noche, una vez preparado todo coloque un poco la habitación y me metí a ducharme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Busque la ropa interior para esta noche, una vez preparado todo coloque un poco la habitación y me metí a ducharme.

Salí del baño y me puse cómoda, baje y mi madre estaba preparando la cena, la ayude y ella sonrió.

-¿Que te vas a hacer en el pelo? Porque entre en tu habitación mientras te duchaba y el vestido es precioso - dijo.

-Pues no se, la verdad no se ni que hacerme en el pelo no que zapatos ponerme - dije.

Poliamor en ChicagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora