Capítulo 7

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Hoy mis padres se iban a la cabaña del lago junto al parque y la unidad de inteligencia, terminaron de meter todo en el coche y mi madre me miró.

-Cualquier cosa nos llamas ¿si? - me dijo.

Yo reí ante eso y acaricié sus hombros y la mire - Mamá, solo serán cinco días nada malo va a pasar - dije.

Me despedí de ellos y entre en casa, coloque un poco mi dormitorio y limpie mi baño, el tocador por fin me había llegado y anoche me había quedado hasta las tantas colocándolo.

Despues de eso me vestí y cogí toda mi ropa sucia para meterla en la lavadora.

Jay tenía hoy revision en el Med así que cogí mi coche y quedé con el a la salida, sonreí al verle caminar mejor y entro en mi coche.

-Hola preciosa - dijo besando mis labios.

-Hola bebe - dije y volví a besarle.

-¿Te puedo pedir un favor? - me pregunto y yo asentí. - ¿Cuando vayas a las cabañas puedo ir contigo? El doctor me ha recomendado no hacer largos trayectos de conducción - me dijo.

-Eso no se pregunta, como si quieres ir antes de que yo vaya, te puedo llevar sin problema - dije y el sonrió.

-Estás guapísima - dijo y yo me sonroje.

-Gracias - dije bajando la mirada.

-¿Que quieres hacer? - me pregunto.

-Lo que quieras ¿quieres ir a casa y te ayudo a hacer las maletas? - le pregunté.

-Como quieras - dijo y puse rumbo a su casa.

Entramos en su casa y deje mis cosas en el sofá, mi estómago hizo un ruido de hambre y yo me sonroje.

-Prepararé algo de comida - dijo y yo asentí.

Lo abrace por la espalda mientras el preparaba las cosas. Beso mi frente con cariño y yo reí.

Comimos juntos y luego subimos a su habitación, mordí mi labio al recordar la primera vez que nos acostamos, me gire y lo bese acariciando su cuello con cariño, llevo sus manos a mi cintura y la acarició, subió sus manos por dentro de mi camiseta y solté un pequeño gemido sobre sus labios.

Me puso sobre la cama y el se subió encima mío pero sin dejar caer todo su peso abrí mis piernas y me mostré sumisa tal y como a ellos les gustaba.

-Preciosa, eres perfecta - dijo y comenzó a desnudarme. Quite su camiseta y acaricié sus abdominales, lo hice sentarse en la cama y comencé a masturbar su miembro. Sonreí y me lo lleve a la boca lamiendo su punta. Agarró mi pelo en forma de coleta y lo escuche gruñir - Kim, cariño - gimio.

Se corrio en mi boca y yo sonreí, me beso. Acaricié su cuello y lleve mis manos a su nuca para tocar su pelo, entró en mi suavemente.

Acarició mi cara cuando nos separamos y sonreí, sus embestidas eran lentas y profundas abriendo espacios en mi que no sabía que tenía.

Ambos nos corrimos y lo abrace besando su cuello dejando pequeñas marcas haciendole reír suavemente.

-¿Estas bien? - pregunto y yo asentí.

Jay bajo hacia mi abdomen y gemi cundo note como dejó besos con segundas intenciones, cuando estaba a punto de hacerme el oral lo detuve y el me miró confundido.

-Lo acabamos de hacer y te acabas de correr en mi interior, ¿no te da asco?

-¿Asco? Nena creeme que no, así que se una buena niña y déjame comerte ese delicioso coño que tienes - me dijo y yo me sonroje.

Poliamor en ChicagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora