Capítulo 13

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Desperté rodeada de los brazos de Antonio y sonreí, eramos los únicos que quedábamos en la cama.

-Buenos días cielo - dijo Antonio y yo sonreí.

-Buenos días - dije poniéndome sobre el para besarlo.

Comencé a mover mi cintura sobre su miembro haciendo que ambos gimieramos.

-¿Estas juguetona? - pregunto y yo sonreí besndolo.

-Quiero que me folles Toni, quiero que me hagas tuya - dije y el sonrió para darnos la vuelta en la cama de tal forma que quede bajo su cuerpo.

Bajo sus besos por mi abdomen hasta llegar a mi zona íntima. Paso su lengua por toda mi entrada y gemi bajando mis manos a su cabello.

Con sus dedos entro en mi haciendo que mi espalda se encorvara.

-No te haces una idea de lo deliciosa que eres Kim - dijo y yo gemi.

-Me correré si sigues - dije como pude.

-¿Y que te lo impide? - subió hasta mi boca mientras sus dedos se movían en mi interior - Correte Amore, hadlo por mi - me dijo al oído y me corrió soltando un gemido.

Sus dedos seguían moviéndose en mi interior bajandome del orgasmo.

-Veo que lo pasáis bien - dijo Kelly apoyado del marco de la puerta y yo sonreí.

-Puedes unirte si así lo deseas - dije mientras Antonio besaba mi cuello.

El sonrió y se acerco a la cama para besarme.

[###]

Estaba en el gimnasio de mi casa después de haber estado en el instituto. Vi entrar a Jay por la puerta y sonreí como una boba.

-Hola bonita - dijo y yo sonreí limpiando el sudor de mi cara.

-Hola bebe - le dije con una pequeña sonrisa.

Me acerque a él y lo bese haciendo que pusiera sus manos en mi cintura.

-¿Que tal las clases? - pregunto.

-Muy bien ¿y vosotros el trabajo? - le pregunté.

-Genial - dijo.

-Vamos a mi habitación, me duchare y luego podemos preparar la merienda juntos - dije y el sonrió para volver a besarme.

Subimos a mi habitación y Jay se quedó en mi cama mientras que yo me duchaba, salí del baño en ropa interior y el me miro.

-Ya queda poco para tu cumpleaños - dije y el rió.

-Me hago viejo - dijo y me puse sobre el.

-Así tendré un sugar daddy - dije y los dos nos reímos. - ¿Quieres que estén los chicos o que estemos tu y yo solos? - le pregunté.

-Me encantaría tenerte para mi solo esa noche - dijo y yo sonreí besandolo. -Bebe aquí no - me dijo.

-¿Por que? - pregunté con una sonrisa.

-Aprecio mucho mi vida y tus padres me dan un poco de miedo - dijo y yo reí.

Lo volví a besar y me separe de él para vestirme.

-¿Me veo bien? - le pregunté.

Había comprado unos vaqueros por Internet y no sabía como me quedarían.

-Todo te queda bien bebe - me dijo y yo sonreí sonrojada.

Le di un pequeño beso en los labios y los dos salimos de mi habitación para ir a hacernos la merienda.

-¿Podemos ver a los caballos antes de merendar? - pregunto y yo asentí con una pequeña sonrisa.

-¿Quieres montar? - le pregunté.

-No se hacerlo - dijo el.

-Yo te enseño - dije y el sonrió.

Llegamos al establo y abrí la cuadra de Perla ya que era la yegua más tranquila que tenía.

-No me dejes solo - me dijo y yo sonreí.

-Montaré contigo a Perla - dije y el asintió acariciandola.

Cogí las cosas para montar a Perla y comencé a prepararla, revise que sus cascos estuvieran bien y la saque del establo. Me puse frente a Perla acariciando su cabeza y mire a Jay.

-Sube - dije y el asintió - Si estas tenso, tensaras a Perla - dije.

Me subí a Perla pegando mi espalda al pecho de Jay.

-Bebé relájate - dije.

-¿Y si me tira? - pregunto y yo reí.

-Bebe, Perla es súper tranquila, Hercules es el que te tiraría, pero ella jamás - dije.

-Ahora entiendo porque te mueves tan bien encima nuestro - dijo acariciando mi cintura y yo me reí.

Seguimos unos veinte minutos más y luego volvimos a entrar al establo. Deje a Perla en la cuadra y Jay me acorralo contra la pared.

-¿Ya se te ha quitado el miedo? - pregunte burlona.

El me beso haciendome gemir y lleve mis manos a su cuello. Puso una de sus piernas en el medio de las mías separandolas.

-Jay no podemos, aquí no - dije separandome de el.

El me miro con una sonrisa y volvió a besarme.

-Vamos a merendar - me dijo

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-Vamos a merendar - me dijo.

-Vamos a mi habitación antes - dije y el rió.

-A la noche - dijo y beso mi cuello.

Poliamor en ChicagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora