Novia de alquiler

Capítulo XX Wedding time

Después de la tempestad viene la calma. Con este dicho se puede describir lo sucedido en la casa Garzón previo a la ceremonia religiosa donde las vidas de Valentina y Jacobo quedarían unidas.

Paula y Sebastián habían llegado puntuales a las 10 am, sin embargo, las hermanas Garzón y Juliana llevaban menos de 30 minutos levantadas, aparentemente la noche se había alargado y en lugar de llegar a descansar estuvieron hablando hasta altas horas de la madrugada.

-Esa mujer no sabe lo que quiere-menciona Juliana- claramente se muere de celos, ¿viste su cara cada que me le insinuaba a Poché? -se dirige a Valentina.

-¡oh sí! Parecía que en cualquier momento se convertiría en Furia de Intensamente y lanzaría fuego por la cabeza- las tres chicas rieron abiertamente olvidando lo tarde que era y que podrían despertar a Juan Carlos.

-Sssshhhhh, vamos a despertar a papá, pero tienen razón, Daniela estaba molesta, lo pude sentir a través de su agarre en mi cintura, cada vez que decías algo me sujetaba más fuerte, me acercaba más a su cuerpo o me besaba, era como si quisiera dejar en claro que es ella quien está conmigo.

- ¿pudieron hablar? –Poché niega con la cabeza- espero que puedan arreglar sus diferencias y sobre todo que no causen algún inconveniente en la ceremonia, que por cierto es mejor dormir o no nos podremos levantar mañana.

Después de los regaños de Paula comenzaron a prepararse para la ceremonia religiosa y milagrosamente todas estuvieron listas a tiempo. Ya en el atrio de la Iglesia comenzaron a tomar fotografías de la novia con sus damas; el novio y sus padrinos habían sido retratados antes de la llegada de la novia para dejar la sorpresa de verse hasta estar frente al altar.

De un momento a otro el sacerdote salió y dio la indicación para que todos tomaran sus posiciones para hacer su entrada, la hora de la ceremonia había llegado y la emoción sobrepasó al padre de las Garzón quien dejó caer un par de lágrimas por sus mejillas al comenzar su caminar hacia el altar llevando del brazo a la menor de sus hijas.

-Te hago entrega de la mitad de mi corazón y uno de mis tesoros más valiosos, cuídala, protégela y sobre todo hazla feliz- fueron las palabras que Juan Carlos Garzón pronunció a Jacobo al entregarle a su hija en el altar.

-Así lo hare, téngalo por seguro- respondió Jacobo viendo a Valentina, tomándola del brazo, acercándose al altar frente al sacerdote y pronunciando al oído de su novia- estas hermosa amor.

Todos escuchaban atentamente la ceremonia y participaban según les correspondía, al momento de intercambiar votos Daniela por instinto tomó la mano de María José haciendo que esta volteara a verla dándose cuenta de que lágrimas de felicidad corrían por sus mejillas, le ofreció un pañuelo desechable para limpiar sus lágrimas y evitar arruinar el maquillaje que Paula había logrado.

Al término de la ceremonia continuaron las fotografías del cortejo nupcial por completo, además de la inclusión de los padres de ambos contrayentes. De regreso en la hacienda el ambiente era de algarabía y tanto la familia como la gente del pueblo se encontraban festejando en honor a los recién casados.

El momento de los discursos llegó, los primeros en hablar fueron los padres de ambos chicos quienes los incitaron a tener una buena comunicación, a enamorarse todos los días y trabajar en crecer juntos, después de eso prosiguió el mejor amigo de Jacobo quien habló de lo feliz que veía a su amigo desde el día en que Valentina había llegado a su vida y que, aunque perdía a su hermano de parrandas sabía que ganaba una hermana y eso hacía que valiera la pena. Tocó el turno de María José, la cual se encontraba sumamente nerviosa y como pudo se acercó a la mesa de honor donde se encontraban los recién casados, tomó el micrófono y comenzó a hablar.