- ¿crees que van a molestarse con nosotras? -pregunta María José a Daniela mientras la más alta depositaba dulces caricias en la espalda de la más pequeña, eran las seis de la mañana de un viernes y ambas sabían que el día estaría sumamente pesado por lo que decidieron comenzarlo de la mejor manera que conocían: entregándose la una a la otra.
-Probablemente, pero honestamente no cambiaría en nada la forma que hemos hecho las cosa; este último mes ha sido maravilloso, te he tenido solo para mí y nunca antes había disfrutado tanto una relación y en parte creo que es por eso, no me gusta compartirte con nadie-hace un puchero que Majo inmediatamente besa comenzado a subir la temperatura de nueva cuenta- amor-intenta parar el beso- amor, ya no hay tiempo-los labios de Majo habían comenzado su camino en dirección al valle de los senos de Daniela, sus manos exploraban el cuerpo de la más alta y la rodilla de la pequeña se encontraba posicionada estratégicamente creando presión en su centro- ¡oh por Dios!
-No soy Dios, pero de que hago maravillas las hago-menciona Majo al colocarse frente a frente con su prometida-llevemos esta fiesta al baño, se nos hará tarde y no quiero que la sorpresa se arruine por mi calentura.
Se dirigieron al baño de su nuevo departamento apresurando las cosas ya que ambas necesitaban salir a cumplir con diversos compromisos de trabajo antes de que el avión de los Calle llegara a la ciudad con sus familias abordo.
Una semana después de haber comido con Johan y Juliana y decirles que se tomarían un mes separadas para encontrarse y ver si era sano retomar su relación, Daniela le informó a su hermana que se mudaría, que estaba segura de la decisión que estaba tomando, que era el momento adecuado, que necesitaba aprender a estar sola y que sobre todas las cosas deseaba darles a ella y su cuñado la privacidad correspondiente a la pareja que ellos formaban, ya habían cargado demasiado con sus problemas así que a la siguiente semana se mudó a su nuevo departamento, el cual se encontraba un par de pisos abajo del que habitaba con su hermana, pero ni esta ni nadie sabía de su ubicación. Entre María José y ella habían decorado y amueblado el espacio a su gusto y sus necesidades sin que nadie sospechara en que estaban metidas. María José había organizado sus horarios para acudir a la oficina solo dos días por semana a reuniones con clientes o juntas creativas y el resto trabajar desde su departamento lo cual había sido más que nada para poder tener tiempo de compartir con Daniela alejadas de todos y poder organizar el departamento y el futuro de su relación. Por su parte Daniela se apoyaba en Abi para organizar su agenda y poder tener al menos un día entre semana completamente libre, que coincidía con un día de trabajo en casa de Majo, para así poder organizar su nuevo hogar, el cual quedó listo justo una semana antes del aniversario de sus padres, semana que tanto ella como Majo habían estado llegando tarde a sus respectivos trabajos.
-Majito, hija, que bueno verte-menciona Mafe al salir del aeropuerto y encontrarse con la diseñadora saludándola con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla- ¿Cómo has estado?
-Muy bien Mafe, ¿Qué tal el vuelo? - rompe el abrazo con Mafe para ser abrazada por Germán- veo que estas completamente recuperado, me da mucho gusto verte tan bien Germán.
-El vuelo perfecto, todo de maravilla con mi salud, ahora Majito podemos hablar de esa tontería de darse un tiempo entre tú y mi hija ¿Qué es eso? Ustedes dos se aman, déjense de tonterías y pongamos fecha para esa boda ya.
-este...yo...
- ¡Poché! - el grito de Valentina la salva de responder ante los cuestionamientos de su suegro- hermanita que bueno volver a verte- se funden en un abrazo- tenemos mucho de qué hablar.
-Bueno dejen a mi pobre hija tranquila y vayamos a comer que me muero de hambre- es ahora Juan Carlos quien se acerca a sus dos hijas y deposita un beso en la coronilla de la chica de mirada verdosa- ¿Quién se va con quién?
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Novia de alquiler
Fanfic-Mi hermanita se casa-un par de lágrimas de felicidad rodaron por sus mejillas y la sonrisa que instantes previos adornaba su rostro desapareció dando paso a la incertidumbre al caer en cuenta de lo que se le venía- Por Dios mi hermana se casa, teng...