Reencarné?, otra vez NO!

Tercera Vida: Aaron (Tercera parte)

Fue complicado, decir que me adapté fácilmente a la vida en el palacio sería mentir, sinceramente vivir en el palacio me mostró el lado oscuro de la gente.

Codicia, celos, tiranía, descaro, insolencias, todo lo que puede llegar a hacer una persona, su lado oscuro, en verdad, eso me causo asco y puede ser que un pequeño lado macabro surgiera en mi por las influencias de Aiko.

-¡Aaron!

Pero mi impresión hacia Aiko fue la que más cambió, deje de verla como una buena o mala futura gobernante y la empecé a ver como simplemente Aiko.

-Hola Aiko

-¿Estabas leyendo?

-Si

-¿Me puedo unir?

-Claro

Estar con Aiko se volvió tan normal, no solo eso, también se volvió agradable, empecé a considerar tanto a Aiko como a Ray mis amigos.

-¿Otra vez leyendo?

-Por supuesto, es muy divertido leer

-No lo es cuando has leído el mismo libro mas de 13 veces

-Ugh, que aguafiestas

Disfruté mucho del tiempo que pasé con ellos.

-¿Tu que piensas Aaron?

-Si es un buen libro no me importa leerlo varias veces

-¿Lo vez Ray?

Era muy agradable estar con ellos, los quería a ambos, eran mis preciados amigos, pero un sentimiento nuevo empezó a surgir dirigido a Aiko.

-¿Mmn? ¿Cuál es ese libro?

Aiko se acercó para ver mi libro, pero cuando lo hizo mis latidos comenzaron a latir de forma errática y de repente mi temperatura se elevó.

-¿Aaron?

-Ah, si, es un libro nuevo

-....

Y Ray notó aquel cambio.

-Oh, ahora que lo pienso hoy vienen sus padres de visita ¿No?

-Si, es hoy

-Ya veo ¿Debería de prepararles algo?

-No te preocupes, esta bien así

-¿En serio?

-Aaron tiene razón, ellos estarán bien

-Si ustedes lo dicen...

-Princesa

-¿Sucedió algo Lina?

-Han llegado los padres de Raymond

-Déjalos entrar, iremos en seguida

-De acuerdo princesa

-Bueno, vamos

° ° °

-¡Raymond!

-Que ruidosa eres 

-¿Eeh? ¿Así tratas a tu pobre hermanita?

-No seas malo Ray

-Tu siempre estas de mi lado Aiko

Aiko tenía una muy buena relación con la familia de Ray, casi podría decirse que la trataban como una más de la familia, he de admitir que eso de vez en cuando me causaba un poco de celos.

-Tsk ¿Por qué siempre hacen esto?

-Vamos, vamos, niños, no peleé

-Hace tiempo que no nos vemos señora Abella