Tercera vida: Aiko (Sexta parte)

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Luego de aquel día no volví a ser llamada por mi padre, jamás, ni una sola vez, ni siquiera el día de mi coronación.

-El emperador ni siquiera vino

-¿Cómo es posible?

-¿Odia tanto a la princesa que ni siquiera puede darle la corona con sus propias manos?

-Saben, escuché que fue el cumpleaños de la princesa

-¿En serio? ¿Y aún así ni siquiera vino? Ja, En verdad odia a la princesa

-...

Esto es un poco cruel sabes papá...

Escogiste el día del aniversario de muerte de madre para mi coronación, y peor aún, no te apareces ni para entregar mi corona.

-... Ahora se iniciará la coronación

Ese día recibí la corona por parte de una estatua.

° ° °

Clap, clap, clap.

Ya soy emperatriz, extrañamente este puesto no me da miedo, ahora simplemente me da pereza, ya viví lo difícil que es ocupar este puesto.

Clap, clap...

Estaba caminando por aquel pasillo oscuro hasta que me topé con aquel laberinto de rosas, por un momento dudé, pero finalmente entré a este, no quería compañía así que oculté mi presencia.

-...

Hacía frío y mi vestido era de poca manga. Pude haber hecho un hechizo para calentarme, pero no lo hice.

Seguí caminando por aquel desolado laberinto, mis manos pasaban por aquellos rosales gigantes, me corté con las espinas una que otra vez, aún así no detuve ni titubeé ninguno de mis pasos.

Caminé durante un buen rato, incluso me cansé y me quité aquellos molestos tacones y estuve caminando descalza, cada paso que daba se congelaba, las hiervas y se convertían en hielo.

"Mi magia esta actuando involuntariamente otra vez"

"Que pésimo control tengo"

Aún así no me importó y continué caminando.

¿Qué debería sentir en estos momentos?

-...

No lo sé, simplemente no quiero saber nada.

¿Por qué todo es tan complicado? ¿Por qué todo es tan doloroso? ¿Cómo es tan fácil hacerte una herida pero tan difícil curarla?

Mientras paseaba me topé inesperadamente con Aaron. Nuestras miradas se toparon, Aaron mostró abiertamente su sorpresa y alivio y no tardó en venir a mi.

-¡Aiko!

-...

-¿Sabes lo preocupados que estábamos? ¿Qué hacías aquí? ¿Por qué ocultaste tu presencia? ¿Qué le pasó a tus manos? ¿Y tus zapatos?

-Para

-Tenemos que curarte y

-¡Para!

Dije elevando mi voz y mostrando cierta furia.

-...

Ah, me equivoqué ¿Cómo pude actuar como mi viaja yo?

-Aaron yo...

-Estas mal Aiko... Comprendo si no quieres que yo te ayude, pero no puedo soportar verte así, si lo deseas traeré a Ray, pero no quiero verte sufrir

-Aaron yo

Reencarné?, otra vez NO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora