En ese momento hubo una explosión de mana, una mana que reconocí inmediatamente.
-Aiko
Mi voz y la de Aaron sonó al unísono, ambos sabíamos que Aiko era la que estaba descontrolando su propia mana.
No dudamos ni un segundo y nos teletransportamos a donde Aiko yacía.
No tardamos ni un minuto, aún así cuando llegamos todo estaba tranquilo, Aiko ya se había calmado.
-... Aiko
Ella giro su cabeza hacia nosotros y nos miro, después se levanto, tomo mi mano y me llevó lejos.
"Lo siento Aaron" Fue lo primero que pensé mientras veía como Aiko me llevaba cada vez más lejos de aquel lugar.
Aaron en ningún momento dejó de mirarnos.
-¿Aiko?
-Tenias razón
Esas palabras se quedaron gravadas en mi mente, no por su significado si no por como las estaba hablando Aiko.
Aiko hablaba en un tono bajo, era tan bajo que parecía un susurro.
-Ray... Fui un tonta
Por primera vez Aiko me abrazó, estaba temblando. Ella sujeto fuertemente mi playera mientras continuaba temblando, estaba conteniendo sus lagrimas.
No sabía exactamente que pasó para que Aiko reaccionara de esa forma, lo único que se es que después de ese día Cia no volvió a aparecer.
Luego de eso Aiko se volvió fría y distante.
-Voy a practicar espada
-¿Eh?
-Enséñame
No objete nada contra Aiko, al final terminé enseñándole.
Tenía mis sospechas sobre la razón del cambio de Aiko pero tanto Aaron como yo decidimos quedarnos callados.
Aiko dejó de preocuparse del reino que su padre y madre crearon, eso me molesto.
Nuestra relación cada vez se distorsionaba más, aún así prevalecí junto a ella.
Las cosas no marchaban tan bien que digamos pero por lo menos pude mantener mi promesa con la difunta emperatriz, mantener viva a su hija.
El tiempo pasó y el debut de Aiko se celebro; al principio todo aparentaba ser normal hasta que llegaron aquellos dos invitados no esperados.
Aaron y yo fuimos los primeros en notar su presencia, lo cual nos preocupó porque aquellas dos presencias eran similares a la que emanaba Aiko.
-Ray...
-Si, lo sé, vamos
Aaron y yo fuimos a revisar el origen de aquellas peculiares presencias, para nuestra sorpresa, cuando llegamos a donde creímos que era el origen de estas, solo encontramos a dos guardias quienes se encontraban en algún especie de trance.
-¡Maldición!
Al notar que nos engañaron fuimos rápidamente a encontrarnos nuevamente con Aiko para informar lo sucedido pero, fue demasiado tarde, ahora frente a Aiko se encontraban dos personas, una mujer y un chico que parecía tener nuestra edad.
-Ese chico...
-Si, tiene el cabello blanco
Después de esa inesperada aparición la celebración fue rápidamente acabada y todos fueron obligados a volver a excepción de aquellas dos personas.
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Reencarné?, otra vez NO!
De Todohola........bueno, he renacido!, todos estarían sorprendidos al notar eso, pero, desgraciadamente, yo no, he renacido tantas veces y muerto de formas crueles. con esto en mente no se si soy amada por la vida o por la muerte!! que me esperara en esta...