¡Estoy aburrida!

873 126 3
                                    

El emperador se sorprendió por mi reacción, pero luego suspiro, cambio su mirada a una fría expresando su disgusto y dijo....

-Aquella decisión no fue mia...

¿Um? ¡¿Si no fue tuya entonces de quien?!

El emperador al notar mi cara de duda mi respondió.

-algunos nobles dijeron que eras lo suficientemente apta para ser la próxima gobernante del país.....

El emperador no ocultó su cara de disgusto al decir eso.

¡Que felicidad!, me estoy ganando a la gente sin hacer casi nada, aunque no he sido reconocida por mi padre y se que eso nunca pasará, por lo menos tengo el apoyo de varios nobles, los suficientes como para lograr ponerme en el puesto de heredera sin el reconocimiento de el emperador.

Así acabó la hora de la merienda y fui regresada al palacio Carmira donde fui recibida por todas las sirvientas con reverencia.

¡Ja!, ¿así que a esto se le llama tener respeto y poder?, esto me gusta, la mayoría de las sirvientas ya me trataban bien, pero ahora no solo me quieren, si no que ahora también me respetan, ¡JOJOJOJO!, cof, cof, ejem......se supone que soy una linda niña inteligente prodigio, pero  linda, dulce y educada.

El caballero me bajo, sonrió, dio una reverencia, se despidió y se fue.

Después de que me nombraran princesa heredera no cambió tanto mi vida, después de todo sigo siendo una niña de dos años, lo único que cambió es que yo quise aumentar mis estudios, ya que no tenia nada mas que hacer me la pasaba estudiando, literalmente mi rutina era despertar, arreglarse, desayunar, estudiar, merienda, estudiar, comida, estudiar, otra merienda, estudiar,  cena, estudiar, baño, estudiar y por último irse a dormir, lo único que a veces cambiaba era el lugar donde estudiaba porque Lina me decía que no podía estar adentro todo el tiempo y debía salir afuera, así que porque no quería desobedecer salía afuera, pero claro, nunca especificó que debía de hacer afuera, por eso salía con libros en mis manos para seguir estudiando afuera, no desobedecí ¿verdad?, como ella dijo salí afuera como linda niña obediente, lo único que Lina podía hacer era suspirar ante mis acciones, por supuesto que yo salía victoriosa.

Así pasaron mis dias, dos años más llenos de paz y un poco de aburrimiento, ya que había terminado todos los libros de historia existentes, ya sabía dominar 14 idiomas diferentes y solo me faltaba entender algunos pocos libros de magia, tambien tenia clases de etiqueta adelantada a mi edad, como dije antes tenía, hace algunos meses que ya termine de estudiar ya que ya me enseñaron hasta la etiqueta de los adultos.

Estoy aburrida, ya no tengo nada más que leer, apenas tengo 4 años y ya no se que mas hacer, repentinamente Lina me llamo.

-Princesa, venga rápido, hay que alistarla

¿Eh?, ¡¿NO ME DIGAN QUE MI LUNÁTICO PSICÓPATA PADRE ME ESTÁ LLAMANDO?!

-¿Para que me tengo que alistar Lina?

Hable calmada, educada y tiernamente.

-El duque Romelia viene de visita con su duquesa he hijo

¿El duque Romelia?, mmm, tiene un gran estatus, es bueno para los negocios y es muy inteligente y sabe cuidar sus palabras, la duquesa es buena hablando, tiene gran reputación en los círculos sociales, es elegante, alguien digna de respetar, su hijo.....no se mucho de él, solo tiene 6 años, aún no tiene su debut, le faltan 10 años (aquí las mujeres tienen su debut a los 14 años y los hombres a los 16 años) escuche que es muy inteligente, pero claro, yo soy más y no me da vergüenza admitirlo, aunque solo lo admito en mi mente jejeje; pero la duda mas grande es ¿por qué?, claro, no es raro que los nobles me quieran ver por mi gran reputación, pero, aunque quieran no pueden ya que soy una niña de 4 años, no muchos tienen el coraje de venir a molestar a una niña de 4 años con asuntos políticos o sociales. 

Lo dejaré pasar ya que me encuentro aburrida, no me importaría socializar con más personas, tengo que gastar de alguna u otra forma mi tiempo libre.

Lina había terminado de alistarme.

Mi peinado era una media cola con trenza;

Tenía una linda tiara en mi cabeza, mi vestido era de hombros azul claro con flores adornando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tenía una linda tiara en mi cabeza, mi vestido era de hombros azul claro con flores adornando

mis zapatos parecen de cristal (aunque no lo eran) eran un azul tan claro que casi parecían transparentes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

mis zapatos parecen de cristal (aunque no lo eran) eran un azul tan claro que casi parecían transparentes.

Poco después de que terminaran de arreglarme llamaron a la puerta avisando de que los invitados habían llegado.

Reencarné?, otra vez NO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora