Reencarné?, otra vez NO!

Tercera vida: Aiko (Tercera parte)

Nunca pensé que esas palabras fueran tan difíciles de decir... Es complicado para mi ver a Aaron de nuevo...

¿Por qué sigues a mi lado? ¿Por qué sigues amándome?

Esta es mi tercera vida y en todas siempre te has quedado conmigo...

Aaron... ¿Qué tengo de bueno para que te fijes en mi?

Nos conocemos desde que somos niños, siempre estuvimos juntos los tres, hablábamos, reíamos, jugábamos, éramos felices, pero... Yo nunca jamás quise que te enamoraras de mi, no me gusta que salgas herido Aaron.

Parece que tres vidas no son suficientes para entender el sentimiento humano.

"Deseo que encuentres tu propia felicidad Aaron"

° ° °

Los días pasaron relativamente pacíficos, claro, sin contar las "peleas" que de vez en cuando Ray y Aaron tenían.

17, 18, 19...

Han pasado ya tres años desde que comencé a salir con Ray.

El tiempo va pasando y el miedo cada vez se apodera de mi, pese a que prometí disfrutar mi vida no puedo evitar comenzar a asustarme por la cuenta regresiva.

6 años puede parecer mucho tiempo, pero no lo es.

Tengo miedo, tengo tanto miedo, esta es mi última oportunidad, ya no habrá vuelta atrás.

Sin importar cuanto me esfuerce al final moriré, dejaré a todos atrás, otra vez los haré sufrir.

¿Cómo reaccionaran cuando en mi cumpleaños 25 no despierte...?

-Ugh

Tengo tanto miedo... Estoy asustada, por primera vez le temo a la muerte.

En mis primeras dos vidas me lancé hacia la muerte sin ninguna pizca de vacilación, la razón más probable de eso era mi odio, cuando este me inundaba perdía la capacidad de tener un juicio razonable, ahora que mi mente esta clara no paro de pensar en la muerte y lo aterradora que es esta.

Durante el día solo había risas y diversión, pero en la noche mis preocupaciones me ahogaban.

Mis errores pasados me atormentaban y el miedo de repetirlos me aterraba.

Muchas veces pensé que tener una vida llena de felicidad no era algo que yo merecía, me sentía muy sucia, mis manos estaban manchadas de sangre.

Aunque es cierto que las personas que asesiné en mis vidas pasadas probablemente estén vivas aún así...

No me arrepiento de haber asesinado a mis enemigos y opositores de una forma cruel pero... En mi primera vida condené al reino, asesiné a inocentes, además, en mi segunda vida, tan solo pensar las consecuencias que trajo al reino mi abrupta decisión de ir a la guerra me atormenta.

No merezco el trono, no merezco la felicidad, no merezco vivir.

-Es... Tan complicado

Son una princesa tan egoísta.

-Aiko. Aiko. Aiko

-¿Mmn?

-Despierta

-¿Eh?

-Otra vez te quedaste dormida

-Ah...

En las noches no podía dormir, y cuando mis ojos al fin se cerraban lo único que tenía eran pesadillas por lo que para mi era imposible conciliar el sueño por las noches, en cambio, extrañamente durante el día dormía muy plácidamente, aunque normalmente solo lo hacía cuando Ray estaba presente. 

-¿No estas durmiendo por las noches?

-Si, estoy durmiendo, tan solo una noche no me basta para estar completamente descansada por lo que pequeñas siestas de vez en cuando no son malas

-¿De vez en cuando? Últimamente todos los días tomas tus "siestas" las cuales duran de dos a cuatro horas

-...

No podía refutar ante esa declaración, es totalmente cierto que  he estado durmiendo solo durante el día.

-...

Me siento mal... En ninguna de mis vidas he podido ser totalmente sincera con Ray.

No, no quiero, me avergüenzo de mi misma.

¿Qué dirá el si le cuento sobre mi primera y segunda vida? 

Si le cuento que destruí el reino, los abandoné y traicioné a Ray por Aaron en mi primera vida y que al final volví a abandonar al reino y morí patéticamente en mi segunda vida...

¿Qué pensará Ray de mi...?

No es que no confíe en el, si no que me avergüenzo de mi propio pasado, me avergüenzo de las estúpidas decisiones que tome y lamento muchas cosas que causé.

En mi primera vida no fui buena gobernante, tampoco buena amante y mucho menos buena madre, en mi segunda vida arreglé muchas cosas, pero al final abandoné todo y repetí los mismos errores.

-Idiota

-¿Eh?

-Es molesto que me ocultes cosas, pero tampoco te obligaré a decir nada

Ugh.

Me dolió mi pecho, una fuerte presión me dejaba sin aire.

"No quiero mentirte, no quiero ocultarte cosas, pero no quiero que me odies"

Ante lo que dijo tan solo pude agachar mi cabeza y quedarme en silencio.

-...

-Con que es así... Me tengo que ir, tengo unos asuntos que atender con otros magos

-Esta bien...

Aún con la cabeza gacha sentí como la presencia de Ray se desvaneció.

Se teletransportó.

-... Lo siento

-¿Aiko?

-¿Aaron, qué haces aquí?

-Solo vine aquí para poder leer un libro

"Ah, si, esta es la sala de lectura"

-...

-Veo que estas leyendo el libro "El dilema de la palabra" 

-Ah, si

"Por un momento se me olvido que traía un libro en estos momentos"

-Siempre te ha gustado ¿No?

-Si, me gusta mucho lo que dice

-Nunca lo he leído, siempre me ha dado curiosidad cada vez que te veo con el ¿De que trata?

-... El libro empieza con una sola frase "Tengo un dilema"

"Tengo un dilema, el dilema de la palabra"

"Soy un hombre de pocas palabras, se mucho pero no digo nada"

"He vivido más de mil años y he adquirido demasiado conocimiento, tanto bueno como malo" 

"Mi palabra vale millones, muchos reyes vienen a mi por mi consejo, soy muy valorado, pero he ocultado muchas cosas"

"Tengo un dilema, un dilema de la palabra"

"¿Qué pasa si hablo pero soy odiado? ¿Qué pasa si hablo y me dan las espalda?"

"He vivido muchos años por lo he aprendido ha valorar la compañía" 

"Si hablo... Si digo las cosas oscuras de su pasado... ¿Me seguirán viendo como el gran sabio que siempre aclamaron?"

"Es un gran dilema, hablar o no hablar, ocultar para que sonrían o decir para que odien..."

"Vivir una dulce mentira o una cruel realidad"

-Y así el libro te va contando todo desde la perspectiva del sabio, lo que ve, lo que siente, lo que piensa y al final... Su decisión

-Sueno interesante

-Lo es, aunque este libro ha generado muchas polémicas, algunos dicen que es mejor vivir una dulce mentira, pero otros dicen que quieren saber la verdad