No es un adiós.

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-Me iré del país-




Naruto se quedó unos segundos en silencio, Sasuke no supo interpretar su expresión.

-Ah, ya veo. Si, me imaginaba que podría ser así – respondió relajando lo más que pudo su rostro y voz.

-¿C-cuanto tiempo...?

-La carrera dura cinco años, pero...

-Waa cinco años, increíble jaja...-interrumpió bruscamente.

-O-oye...- trato de hablar.

- Es genial – le dio una sonrisa.


El Uchiha se quedó inmóvil.


-S-si, mi novio es increíble, lograra irse a estudiar al extranjero. Que genial...- el rubio se giró hacia el frente para evitar verlo al rostro. -Se que te ira bien, yo también hare mi mejor esfuerzo. Después de todo no cualquiera puede obtener una beca de deportes en una de las mejores universidades del país, jaja- ya el propio rubio notaba que su tono de voz se lo estaba traicionando.

-Buena suerte, aunque creo que no la necesitas – hizo una pausa bajando la cabeza. - ¿Cuándo te iras?...

-En una semana...- respondió dubitativo.

-Oh, es dentro de poco. Estarás ocupado entonces... avísame la hora luego, para ir a despedirme al aeropuerto. Ah..., mejor regresemos, nos estarán esperando. – el rubio volvió a adentrarse a la reunión.

Cuando Sasuke se quedó solo, pudo sentir el frio viento del balcón. No espero que el otro lo tomara tan bien. Esperaba encontrarse con un berrinche y quejas al respecto. Tenía preparado un discurso para convencerlo, y si eso no daba resultado, planeaba retrasar su salida unos días para hacerlo. En cambio, Naruto lo acepto sin peros. Y eso... le provocó cierta molestia. Sentía que al otro no le importaba...? Pero...al menos no pelearon.


-Ni siquiera preguntaste a donde me iba...- reclamo para sus adentros.


El moreno se quedó un rato más en el balcón para enfriar su cabeza y regresar.


. . .


La pequeña reunión aparentemente acabo sin contratiempos. Pero algunos tuvieron que irse cargando a otros. Como Hinata, que termino dormida y su primo se encargó de llevársela cargada en su espalda; o como Lee, que termino siendo ayudado por Tenten, Sakura e Ino, o Gaara que fue recogido por sus hermanos mayores. Por suerte los demás chicos se fueron sin problemas.

Solo faltaban un pequeño grupo que estaba analizando la situación. Habían algunos adultos borrachos.

-Yeiii, vamos al siguiente bar – gritaba Tsunade.

-Seee...- respondía Jiraiya abrazando a su esposa.

-¿Porque es suelo se mueve?. Estamos en un barco... jajaja- empezó a murmurar un Iruka ya pasado de copas. La madrina de Naruto no lo soltó hasta haberlo hecho beber más de una botella.


-¿Que hacemos...?- pregunto Kakashi mirando a Naruto.

- Y-ya que llevaras a Sasuke...¿Por favor, podrías llevarnos también en tu auto? No puedo encargarme de tres adultos ebrios solo – rogo el rubio, apenado por la situación.

Vecinos ¿Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora