Descendants | seventeen | ♕

22

La luz comenzaba a molestar mis ojos, mis muñecas duelen por estarse rozando en una especie de soga, ¿dónde estoy? No tuve mas remedio que abrir mis ojos, no conozco este lugar, no hay luz a excepción de la que entra por las ventanas, no ayudan tanto. Un murmuró a mi costado hizo que volteara, es Hansol, ¿qué hace aquí? No recuerdo nada, volteó hacia el otro lado y me encontré a Chan, no sé si está dormido o inconsciente, delante de mi tengo a Seungcheol y Samuel, ¿qué está pasando?

— Seungcheol — con mi zapato moví su pierna — Seungcheol, ¿me escuchas? — no obtuve respuesta, solo un murmullo muy leve — ¡Despierta! — golpeé más fuerte su pierna haciendo que despertara sobresaltado

Su cabeza comenzó a moverse hacia todos lados intentando desamarrar sus manos, aún no se daba cuenta de mi presencia, tuve que patear su pie más leve para que me notara.

— ¿Joshua? ¿Qué hacemos aquí? — dijo una vez al verme

— No tengo la menor idea, no recuerdo nada — le respondí mientras intentaba despertar a Hansol

Seungcheol se acercó a Samuel para moverlo suavemente, después de poder hacer que Hansol abriera sus ojos pasé a Chan, note que la piel de su cuello estaba roja y tenía sangre seca, ¿qué es lo que había pasado? Una vez todos despiertos la desesperación nos ganó e intentamos deshacernos de los nudos de la soga como unos locos.

Unos pasos hicieron que dejáramos de intentar desatarnos, por la puerta entraron aproximadamente cinco personas, no tenía la menor idea de quiénes eran, pero tal parece que ellos si nos conocían.

— Es inútil de su parte lo que están haciendo — por su tono de voz me imaginé que era un hombre el que estaba hablando

— ¿Quiénes son ustedes? — se atrevió a preguntar Hansol

— Nosotros hacemos las preguntas, no ustedes — uno de ellos se acercó hasta él para sentarse sobre sus talones y sonreírle

— ¿Por qué estamos aquí? — dije mientras los veía, ya estaba comenzando a respirar agitadamente

— Buena pregunta Joshua — ahora fue una mujer la que me respondió, se acercó a mi mientras me sonreía — Lastima que no podemos responderla —

La puerta se volvió a abrir una vez más y de ella entró otra persona, no la podía ver bien, sentía como todo daba vueltas a mi alrededor.

— No creí que sería tan fácil atrapar a los cinco, creo que los sobreestime demasiado — la risa que el chico soltó solo logró irritarme

— Ustedes son las personas más desagradables que he conocido, si alguien viniera y me contara que existen personas con magia y poderes diría que esta loco o drogado, pero ahora que los tengo frente a mi solo puedo corroborar que los fenómenos si existen — comenzó a hablar, caminando lentamente hasta Chan — Solo mírate, cuernos y alas, ¿eres una persona acaso? Las personas normales no tenemos nada de eso, ¿naciste con algún defecto? — vi como susurraba en su oído aquellas cosas, Chan no decía nada, solamente miraba al piso con sus labios temblando

— No soy ningún fenómeno, tampoco estoy enfermo, no soy yo quien secuestró a cinco personas, deberías reflexionar quien de los dos tiene realmente un problema — Chan por fin alzó su mirada mientras lo contraatacaba, claro que ninguno de nosotros contaba con el golpe que le dieron

Horrorizado, mire como la mejilla de mi amigo se manchaba de rojo, el líquido cayendo por su cara hasta perderse en su ropa, la camisa blanca poco a poco comenzó a tornarse roja.