El otoño se encontraba cerca de decir adiós, las calles estaban inundadas de las hojas secas de los árboles y por las tardes se sentía un frío pero agradable viento.
El Páramo se sentía diferente, por alguna extraña razón ese día estaba más agradable que cualquier otro, los árboles se habían pintado de tonos rojizos y cafés, el pequeño arroyo más cristalino que nunca. Chan estaba sentado en el pequeño trono que su madre alguna vez creó cuando comenzó a hacer el lugar, estaba hecho de ramas duras y pequeñas flores en el, a su lado, en una pequeña rama, estaban puestas ambas iniciales que habían hecho con ayuda de sus uñas, el chico sonrió ante el recuerdo. Un leve ruido a sus espaldas lo hizo voltear, la silueta de una persona fue lo que vio, esta vestía un hermoso vestido largo color blanco, junto a unas zapatillas del mismo color, su cabello negro estaba suelto y al ser muy largo lo lucía muy bien, los cuernos que portaba brillaban más que nunca y de igual manera, las alas cafés caían en ambos costados, trasmitiendo un aura tranquilizante.
— ¿Seguirás mirándome o vendrás a darme un abrazo? — la voz de la mujer lo sacó de sus pensamientos
Chan rió levemente mientras se levantaba de donde estaba y caminaba hasta ella, sin decir nada se acercó y la envolvió entre sus brazos sin hacer mucha presión — Te extrañé tanto mamá — le susurró mientras acariciaba la espalda ajena
— Yo igual Chan, más de lo que te imaginas — le sonrió mientras acariciaba su mejilla
Dos meses, el tiempo que había pasado desde aquel trágico momento en sus vidas, fueron dos meses, Chan sintió ese momento como el peor, después de ver a su madre tan indefensa fue como si le arrebataran un pedazo de su corazón, durante un mes completo su madre estuvo internada, no veía esperanzas de que saliera, él pensó que moriría, pero como dice el dicho, hierba mala nunca muere, un día después de que se cumpliera el mes del estado en coma de Maléfica, ella despertó, para Chan fue como si la vida volviera a él, no tenía palabras para describir como se sentía en ese momento, sus amigos estuvieron ahí para apoyarlo y tuvo las fuerzas necesarias para afrontar la situación. Con el asunto de las personas que aparentemente buscaban hacerles daño, la mayoría fue enviada a prisión, Dooyon sobrevivió al estrangulamiento de Maléfica y de igual manera fue encarcelado, Chan sintió pena por él así que le prometió retirar el hechizo que su madre le había hecho a su hija. Se podría decir que ahora estaban en paz, sin miedo y viviendo libremente.
— ¿Estás listo para hoy? Te veo un poco nervioso, relájate un poco — Maléfica acarició los brazos de su hijo mientras le sonreía
— No puedo, los nervios me están matando — Chan suspiro
Hace unos días Soonyoung había citado a Chan junto a su madre en un pequeño pero lujoso restaurante para tener una cena junta, este se encontraba un poco retirado de la ciudad, la historia de ambos es un poco cómica, ya que todos notaban los sentimientos que había entre los dos menos ellos, no pasaban de miradas y agarradas de mano, ambos eran tan tímidos que no podían confesarse de una vez, hasta sus madres sospechaban de su actitud. Justo ese día era la cena, Chan había decidido vestir un pantalón blanco liso, junto a una camisa del mismo color pero un poco transparente, llevaba unos tenis grises y su cabello lo había peinado un poco.
— Es hora de irnos, el camino es un poco retirado, ¿por qué no solo compro sushi o algo que les guste? Aish, esta juventud de ahora — la madre de Chan lo tomó del brazo para ambos retirarse de ahí
Chan solo rió por el comentario de su madre, sintiéndose feliz de tenerla a su lado en esos momentos.
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Descendants | seventeen | ♕
Fiksi Penggemar¿Alguna vez te pusiste a pensar en si las historias que nosotros conocemos son las verdaderas? ♕ Jihan, Gyuzi, Woncheol, Soonchan, Junhao, Verkwan.