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Dos años después
— ¿Dónde están Chan y Jihoon? —
— ¡Lo sentimos, Jihoon se despertó tarde! —
— ¡Me manche de chocolate! —
— ¡¿Perdiste los anillos?! —
Todo era un caos dentro de la gran casa en donde estaban, los chicos caminaban por todos lados mientras trataban de arreglar las cosas que habían dejado al último.
Pongámonos en contexto. Han pasado dos largos años en los que sucedieron muchas cosas, prácticamente podríamos decir que los chicos se hicieron uñas y mugre, se volvieron tan unidos que cuando estaban separados se veían tan raros. De todas las cosas que habían sucedido en ese tiempo la más relevante fue la vez que Jeonghan le propuso matrimonio a Joshua.
[....]
Los chicos estaban reunidos en el Páramo como todas las veces, habían decidido hacer un pequeño picnic en esa cálida tarde, estaban celebrando el cumpleaños de Joshua, todos habían llevado una comida favorita de él para compartir.
— Cada día más viejo Joshua — Seungcheol palmeó su hombro mientras reía
— Eres mayor que yo — dijo Joshua haciendo a los demás reír mientras el chico golpeaba sus costillas
— ¡Hay que cantarle las mañanitas a Joshua! — dijo Minghao mientras colocaba un pastel en medio de todos
Los chicos comenzaron a aplaudir mientras le cantaban feliz cumpleaños al, ahora rubio, Joshua. Jeonghan se acercó a él para abrazarlo mientras cantaba junto a todos, una vez que se acabo la canción todos empezaron a gritar "mordida" haciendo que su novio tomara el pastel entre sus manos y lo acercara a su cara con una sonrisa muy grande.
— No le daré mordida, los conozco — dijo mientras volteaba a sus espaldas, viendo al dúo, Chan y Hansol, sonriéndole
— Solo una pequeñita hyung — Samuel volteó hacia él para sonreírle
Joshua no muy convencido se acercó al pastel, segundos después sintió las manos de sus amigos en su cabeza mientras lo hundían al pobre pastel, se separó inmediatamente mientras volteaba a ellos y con su mano les embarraba el betún de este.
— ¡Me entró pastel a la nariz! — escuchó la risa de Chan a sus espaldas
Volteó a ver a este mientras se acercaba y se quitaba pastel de la cara para embarrárselo en la suya.
