Descendants | seventeen | ♕

31

meses después.

Definitivamente los chicos habían olvidado lo libres que se sentían en su tierra. Después de pasar mucho tiempo en la ciudad y conocer muchos lugares que, por obvias razones nunca los visitaron, se habían puesto de acuerdo para regresar al Páramo y pasar unos días allí, realmente lo extrañaban mucho.

Para ellos fue tanto el tiempo que estuvieron alejados del lugar en donde se criaron que se hacían la pregunta de hace cuánto no usaban su magia, realmente había pasado mucho desde la ultima vez que hicieron uso de sus poderes, y también lo recordaban como el día más traumático de sus vidas, para su suerte en aquel lugar lleno de naturaleza y animales ellos tenían la total libertad de hacer y deshacer lo que quisieran, claro, siempre y cuando la madre de Chan los dejara, meterse con ella y sus cosas no estaba en sus planes, valoraban mucho su vida.

— ¡Extrañaba tanto estar aquí! — Hansol se dejó caer en el pasto una vez que atravesó el muro de ramas gruesas

Chan corrió hasta él para subirse encima y ambos comenzar a rodar por todo el piso.

— Todo sigue igual que a como lo dejamos, Maléfica hizo un gran trabajo protegiendo este lugar — Joshua camino hasta una pequeña flor marchitada, puso sus manos alrededor de ella y todos fueron testigos de como la rama se enderezaba y perdía ese depresivo color café-morado para volverse de nuevo una rosa de tallo verde y pétalos rojos, satisfecho con su trabajo sonrió y antes de separarse la acarició

— El último que llegue a la cima del monte pierde — Samuel habló para después comenzar a correr

Chan se levantó del suelo y abrió rápidamente sus alas, se elevó unos segundos después y voló hasta el lugar, Hansol soltó chispitas moradas para intentar bloquearle el paso al chico de cuernos, todo mientras corría tratando de rebasar a Samuel, detrás de él venía Joshua, quien levantaba raíces y para provocar que sus dos amigos se tropezaran y él tomara ventaja, por último teníamos a Seungcheol quien solo los veía con una gran sonrisa, definitivamente los cinco tenían la suerte de tenerse.

[....]

— Entonces se fueron unos días a sus casas — Jun veía a sus amigos mientras tomaba su café

— Más que nada querían visitar el Páramo — Jeonghan le contestó a la vez que entregaba las bebidas a sus demás amigos

— Hay que entenderlos, han pasado mucho tiempo alejados de su lado, por así decirlo, es comprensible que lo extrañen — Soonyoung encogió sus hombros y les dio una pequeña sonrisa

— También necesitan de vez en cuando ser "libres", ayer Joshua se sintió mal al tocar una flor y por accidente hizo que crecieran más — Jeonghan hizo un puchero

— ¿Se sintió al porque crecieron más? — Jihoon alzó su ceja confundido

— No, la gente se le quedó viendo como si fuera un bicho raro, se que es difícil para ellos acostumbrarse a que somos muy diferentes pero por respeto simplemente debemos pasar de largo sus acciones, no ignorarlos, pero el juzgarlos con la mirada tampoco es la opción —

— Tienes razón, desde la última vez que los visitamos del otro lado no he visto a Hansol soltar esas cosas moradas de sus manos, tal vez el estar en la ciudad hace que repriman sus ganas de hacerlo, eso es triste — Seungkwan hizo un puchero al imaginar a su pareja en la situación que decía, él no quería que estuviera triste