En otro universo.

Sorpresa

En mitad de la noche Hakkai jaló de la cobija que lo cubría a medias, pues parecía que estaba atorada en algo, más bien en alguien.

Esa noche hacía un jodido frío que parecía que nevaría en cualquier momento y no quería resfriarse pero la cobija por más que la jalaba no parecía acercarla jamás, hasta que escuchó una voz que lo hizo despertar de golpe.

— Deja de jalar la cobija Hakkai, hay otra en el armario, ve a sacarla y déjame dormir. — era la voz adormilada de Takashi.

Los ojos de Hakkai se abrieron de par en par al escuchar esa voz.

¿Dónde estaba?

Recordó que estaba viendo una película de zombies con Takashi y decidió apoyarse en las almohadas, su cuello dolía de estar sostenido en el respaldo de la cama, las suaves almohadas hicieron el trabajo y luego de eso no recordaba nada, supuso que se había quedado dormido en la cama.

Pero, ¿Porqué Takashi no lo había despertado?

Hakkai se sentó en el borde de la cama, y tomó su celular de la mesita de noche, eran aproximadamente las seis de la mañana, la luz apenas empezaba a entrar por las ventanas de la habitación que daban al jardín, así que sin hacer mucho ruido se levantó con dirección al armario para sacar la otra cobija que Takashi le había mencionado.

Hakkai podía llamar al chófer para que llegara por él y no habría ningún problema, pero al final de cuentas ya estaba ahí, el sueño aún lo dominaba y el clima lo complementaba, lo mejor era volver a la cama y dormir.

Sacó la cobija del armario, lo cerró y fue de nuevo al lugar en la cama, Takashi estaba dormido plácidamente, se había volteado y con la tenue luz que apenas lograba entrar por la ventana Hakkai observó su rostro, las pestañas de Takashi era largas y lisas, de un leve color lavanda, algunos mechones lilas de cabello tapaban un poco su rostro, se miraba tan bien, Hakkai había tomado una fotografía con sus ojos, la guardaría en su memoria para después.

Se metió a la cama y extendió la cobija dándole la espalda al rostro de Takashi, la situación para Hakkai parecía un poco bochornosa, ya que recién se empezaba a dar cuenta de sus sentimientos, estaba enamorado de Takashi, verlo dormir plácidamente con la luz apenas iluminando su rostro había confirmado las sospechas más vagas de su mente.

Se cobijó y se dispuso a dormir, era perfecto el día para dormir, el frío era delicioso.

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La luz de la habitación ya no era tenue, el sol iluminaba todo el espacio entrando por la ventana, ya era completamente de día, con dificultad entreabrió sus ojos y notó que Takashi ya no estaba en la cama.

Hakkai se puso en pie aún con los ojos entrecerrados en busca de la puerta del baño, chocó contra la mesa de noche, una silla del escritorio, la caja vacía de la pizza hasta que logró llegar al baño.

Necesitaba despertarse, lavó su rostro y sus dientes con los dedos, no tenía un cepillo de dientes a mano pues no había  considerado en sus planes dormir y despertar en otra casa.

Una vez que se aseó salió del baño y de la habitación, no sabía donde estaba Takashi, así que decidió ir a la cocina, quizás lo encontraría ahí.

Bajó las escaleras buscándolo con la mirada.

No estaba en la sala, tampoco estaba en la cocina, así que decidió ir al jardín y ahí estaba.

Takashi estaba tratando de poner en pie unos girasoles, la lluvia los había botado y él los quería acomodar de manera que se sostuvieran por si solos, pero no lo lograba, sus tallos se habían debilitado.