Hakkai

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El tiempo corre sin descanso, los días y las estaciones vienen y se van, han pasado más de cuatro años desde la última vez que Hakkai vio a Takashi, en aquella víspera de navidad, a través del vidrio de un auto rentado.

Yuzuha y su madre se encargaron de borrar todo rastro de Takashi en él, los recuerdos de aquella ciudad, Hakkai en ese tiempo comprendió lo peligroso que era mantenerse al lado de Takashi pero su corazón no lo entendía.

Buscaba de él, quería más tiempo, quería ser su amigo durante más dias.

Les faltaron los minutos mientras le sobraba la distancia.

Tenían planes que jamás pusieron en marcha, ideas para la Navidad en ese año, incluso aquel plan de viajar al mar en motocicleta junto a sus amigos, pero todo eso quedó sólo en recuerdos.

Hakkai perdió todo de sus redes, habían sido bloqueadas o eliminadas, todo rastro de Takashi se esfumó, sus padres se encargaron de que nada de lo que se relacionara con él apareciera alguna vez.

Takashi había desaparecido de su vida, lo habían obligado a olvidarlo.

Terminar el colegio y decidir una carrera no fue tan difícil, pero cada decisión que tomaba se sentía vacía, sin poder preguntarle a Takashi su opinión, sin sentir su aprobación.

De manera inconsciente Hakkai había sido empujado al mundo del modelaje por Takashi, los buenos días donde formó parte del taller de costura, donde fue tan útil su presencia.

La carrera sólo duró dos años, un tiempo corto, pero en cada día que su graduación se acercaba sus esperanzas de convertirse en modelo y volver a él aumentaban.

Hakkai se dedicó por completo, puso todo su ser en aprender y pulir todas sus cualidades, convertirse en un buen modelo, quizás uno de los mejores y lo logró.

Mientras aún era estudiante del último semestre algunas agencias ya habían puesto su mirada en él, incluso algunos diseñadores medianamente famosos estaban interesados en que Hakkai fuese su modelo, su futuro pintaba de colores brillantes

No fue difícil, había nacido para ello.

En ese transcurso conoció a muchas personas, fotógrafos, modelos, diseñadores, maquillistas, periodistas y lo conoció a él.

Mio, un chico mayor que Hakkai por tres años, en ese momento él llevaba el cabello largo y rubio con dos mechones al frente, sus ojos grises muy lindos pero tristes, había sido asignado como el fotógrafo de Hakkai en esos años.

Era un hombre apasionado por su trabajo, la relación laboral entre Hakkai y él era agradable, pero Hakkai empezó a interesarse en él.

A pesar de que Mio poseía muchas cosas que conseguían la atención de Hakkai, e inicio de su relación fue extenso, Hakkai no se sentía listo a decirle algo, y por parte de Mio, él jamás demostraba nada, era una caja de misterios indescifrables.

Hakkai tampoco lo intentaba demasiado, no se sentía listo para embarcarse en una relación, no tenía el valor de confesarse.

Tuvo que aprender a escuchar, a través de la boca de sus compañeros, a través de los rumores que corrían sobre él, así conoció más de Mio.

El hombre se había separado de su anterior parejas por problemas de celos, habían estado casados por un año, pero al parecer nada funcionó, su ex pareja también había sido un modelo extranjero.

Poco se sabía de Mio, pues él era de Australia, había llegado hasta Corea en la búsqueda de abandonar su pasado, convirtiendose en un extranjero más de los muchos que llenaban las calles.

En otro universo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora