En otro universo.

Ya no eres mío

Los fragmentos del ayer se vuelven a juntar, siguen estando agrietados, un poco rotos, pero reflejan en ellos el deseo de vivir.

Yuzuha se encontraba feliz con su embarazo, Hakkai y ella salieron de compras esa tardes, Yuzuha necesitaba tener listas algunas cosas para su bebé, distraer su mente y hacerle compañía a Hakkai.

Su embarazo cursaba sin problema, pero sus cambios de humor repentinos eran escalofriantes, Hakkai decidió aceptar la invitación de ella para evitar que en el transcurso de su recorrido matara a alguna persona.

Llenos de bolsas con cosas de bebé, los hermanos llegaron a una heladería, Yuzuha tenía antojo de un helado, Hakkai pidió una malteada, se sentaron  en las mesas que estaban sobre la acera del local, el día era bastante fresco, pues las nubes blancas cubrían casi toda la circunferencia del sol.

—¿Qué nombre sería el adecuado si es una niña? — le preguntó Yuzuha a su hermano mientras comía de su helado.

— Hmmmmm, nunca he pensado en nombres de niña, ni de niño.

— ¿Nunca has pensado tener hijos?, se que a Mio le encantaría tener un hijo.

— Quizás adoptar un bebé, algún día. — no estaba seguro de querer hacerlo.

— ¿Sucede algo Hakkai? — Yuzuha notaba como su hermano estaba inquieto.

No sé si estaré más tiempo con él, creo que ya no funciona. — Hakkai  desvió la mirada a la calle.

— ¿Pasa algo malo entre ustedes? — esperando que Hakkai volteara a verla.

— Ya no es el Mio que creí conocer, es completamente distinto. — Hakkai suspiró pesadamente.

— Sabes que puedes contarme cualquier cosa, no voy a juzgarte. — Yuzuha deslizó su mano por encima de la mesa para tomar la de Hakkai.

— Estoy cansado, Mio se ha vuelto demasiado distante y nuestra vida se torna aburrida, no le gusta hacer nada más que estar en casa viendo series o pasar horas extras editando fotografías en el estudio, estoy encerrado en una jaula a su lado, estoy agotado de resistir.

— ¿Lo han hablado? ¿Le has dicho como te hace sentir?

— Muchas veces, pero aún así él piensa que solo es cuestión de adaptarse, cree que está todo bien, que soy yo quien debe ceder. — lo había guardado por tanto tiempo.

— En el amor también hay rutinas, Ima y yo vamos al trabajo todos los días juntos y después a casa, pero a veces vamos a lugares distintos con nuestros amigos, él viaja donde sus padres, yo me quedo aquí.

— Pero lo nuestro ya no es una rutina, es un castigo, Mio es demasiado celoso, si salimos es juntos de lo contrario se enfada y empieza todo un teatro, debo siempre cuidar a quien veo para no iniciar una pelea, debo siempre ser quien trate de calmar los conflictos que él inicia. — su voz empezaba a temblar.

Run, baby, run, run for your life.
Gonna tear out your heart, it'll always be mine.

Yuzuha lo observó con detenimiento, su hermano estaba sufriendo.

—  ¿Lo amas de verdad? o ¿te has quedado con él por no estar sólo Hakkai?

Hakkai no respondió.

— ¿Sigues queriendo a Takashi?

Always thought it would be easy
To get you out my mind.

— Quizás. — una lágrima fugitiva se rodaba por su mejilla.

— ¿No crees que ya es muy tarde para buscarlo?, si ya no quieres estar con Mio eso está bien, puedes dejarlo, pero Takashi, supongo que él ya te dejó atrás. — no quería herirlo, pero debía decírselo.

— Es difícil de explicar Yuzuha, pero aún con Mio, no he podido dejar de extrañarlo, es un maldito sentimiento que lleva atorado en mi desde los diecisiete, no existe manera de que pueda olvidarlo, y no se cuál es la razón.

Sé, detiene mucho el tiempo que no estas tú conmigo.
Pero me parece eterno y me pierdo en el olvido.

— ¿Qué hizo ese hombre contigo Hakkai?

— No hizo nada, creo que fue exactamente eso lo que me arrastró a este sentimiento. — sonrió ante el fugaz recuerdo de ese ayer.

— El día que escapaste de casa en Navidad ¿fue a él a quién buscaste verdad?

— Sí, ese día no pude hablar con él, pero lo vi y eso fue suficiente, supe que estaba bien.

— ¿Y si lo buscas ahora y le cuentas que lo extrañas? — no era la propuesta más sensata, pero era lo que había.

— Noooooo, estás loca, no puedo ir y entrar a su taller y decirle "Hey oye Takashi, te extraño", con su novio trabajando en el mismo lugar.

— Pues yo le dije que nunca lo olvidaste. — Yuzuha dibujó una risilla malvada en su rostro sonrojado por el calor.

— ¿CUÁNDO HICISTE ESO?

Cuando estaba haciendo mi vestido de novia. — mientras seguía comiendo de su helado tranquilamente.

— Pero... aún así él nunca me buscó. — con la cabeza agachada.

— Pues él cree que eres feliz con Mio, incluso debe pensar que ya te has casado, además Takashi no interferiría jamás en una relación.

— Pero, ya tiene novio, el chico que trabaja con él.

— Pues acércate como su amigo y ya está, al menos así te quitas un poco el peso de encima de todos los años que perdieron contacto.

— ¿Y qué pasa si no tiene interés en saber de mí? — no quería su rechazo.

— Lo dudo mucho, quizás él nunca ha sido muy evidente con sus sentimientos, no lo sé con exactitud pues no lo conocí demasiado, más que todo lo que me contabas por mensaje, pero en su momento, estoy segura que si sentía lo mismo por ti.

— Yo también lo pensé, que en realidad si podíamos tener algo más, pero apareció la chica esa y nunca supe que más sucedió después.

— Pues ve y pregúntale, si no lo haces no sabrás nunca tonto.

— No es así de fácil como lo dices.

— Sabes que no es fácil, cargar un bebé mientras escucho como te quejas y no haces nada, mueve el culo y termina con Mio, cancela tu compromiso y corre en busca de tu Taka-chan.

El embarazo le sentaba a la perfección a Yuzuha, siendo siempreuna mujer decidida y preocupada por su hermano, protegiéndolo y en su estado todo estaba desequilibrado y el que no haya terminado intentando matarlo por no hacer lo que dijera, era un alivio.

— Está bien, quizás lo busque en unos días, primero debo aclarar todo con Mio.

— ¿Crees que se lo tome mal?

— Quizás si, pero es tiempo de aclararlo todo, estamos viviendo una condena al lado del otro.

— Suerte en ello hermanito.

Esa noche Hakkai debería enfrentar a Mio, decirle como sus actitudes negativas destruyeron lo que algún día fue una buena relación y ahora debían separar sus caminos, por el bien de ambos.

El viaje también ha terminado para Mio.

Es tiempo de parar este tren descontrolado, yo saltaré primero.