Hola de nuevo.

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Italia era tal como Chifuyu se lo había contado, era hermosa, llena de historia, viajeros y gente enamorada paseando de la mano.

Takashi había conseguido un excelente lugar para montar su negocio, con una vista espléndida hacia el frente en una calle muy transitada de Milán, a solo unas calles caminando del apartamento que rentaba.

Le tomó algunas semanas decorar todo y hacer los arreglos necesarios para que todo estuviera en perfecto orden, había quedado tal como lo imaginó.

Tenía dinero para sobrevivir por suficiente tiempo, mientras su trabajo empezaba a tomar popularidad en esa ciudad, pero el fondo de ahorro no le fue necesario.

La apertura de una nueva boutique atrajo a muchas personas, las chicas se acercaban por vestidos para todo tipo de eventos, en la primera semana se llevaron los pocos que Takashi tenía hechos y poco a poco se fue llenando de muchos encargos, que fue agendando uno por uno.

Se convirtió en un diseñador bastante conocido, todos sus trabajos eran mostrados en sus páginas y redes sociales, desde ropa casual hasta vestidos de novia, que eran el boom de esa ciudad.

El trabajo de confección de Takashi tenía mucha demanda y empezó a salirse de su control, era sólo él y sus manos y no podía darse a basto.

Así que después de cuatro meses siendo un pulpo para los trabajos tuvo buscar un ayudante que pudiese darle una buena mano en la confección.

Takashi puso el anuncio en sus redes sociales y pegó un cartel en la pared de la entrada de su tienda.

Cinco personas se presentaron a la entrevista, entre ellas tres eran chicas y dos eran chicos.

Las entrevistas fueron difíciles, todos tenían ideas frescas para colaborar, el entusiasmo de crear prendas pero la mayoría solo querían el dinero, las buenas ganancias.

Pero uno de ellos fue el candidato perfecto, su nombre era Angelo, tenía diecinueve años y estaba estudiando diseño de modas, pero él necesitaba un empleo temporal para pagar los gastos de su carrera.

Tenía una energía hermosa, él era capaz de todo, siempre mantenía sonriente y amando la vida, su entusiasmo y positivismo eran contagiosos para cualquiera y en definitiva fue a él a quien Takashi contrató.

Todas las personas lo adoraban y en todo lo que hacía era muy sutil y delicado, se notaba el amor que tenía a cada cosa que hacía, dedicaba su vida al arte, era un apasionado.

————

Una tarde una chica de cabellos rubios y largos entró a la boutique haciendo sonar la campana de entrada, ella preguntó sobre un vestido de novia que había visto en uno de los catálogos y quería agendarlo para su boda.

Takashi estaba en la parte trasera aún terminando de coser unos apliques a un corsé, Angelo sabía que hacer, no era necesario que Takashi lo ayudara, él sólo se ocuparía si habían modificaciones al vestido original.

Angelo tomó las medidas de la mujer y agendó su pedido, la boda estaba fechada en dos meses exactamente, así que el tiempo era corto y que debían trabajar rápido.

Era un diseño bastante complicado, llevaba muchos detalles que debían ser cosidos a mano, pedrería, apliques y botones.

Takashi se mantenía atento a la conversación con la chica y logró escuchar cuando Angelo pidió sus datos personales para la reserva.

Su nombre era Yuzuha Shiba.

¿Qué hacía la hermana mayor de Hakkai en Italia?

¿Acaso ahora vivían ahí?

En otro universo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora