Nuevo descubrimiento

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Cuando se es adolecentes se permiten cometer demasiados errores , la edad siempre ayuda a mejorar las cosas y a crecer como persona.

Claro que habían sus excepciones como por ejemplo: Sirius Black.

Habían pasado casi dos semanas desde el incidente con el prefecto de Gryffindor , su prefecto a decir verdad , pero no había pasado de más de una detención que obviamente compartía con el mismo perjudicado y la víctima por qué claro , el director había decidido que si el había estado en medio de todo era justo que también se le castigará , tremenda idiotez.

Severus evitaba todo tipo de contacto físico con el de cabellos rizados al igual que el contacto de su mirada , podía notar como este lo miraba desde su lugar y se sentía asta cierto punto acechado por este , asta cierto punto lo hacía sentir vulnerable pero a la vez le daba ese sentimiento de que por fin alguien se fijaba en el por ser solo el.

Durante esas dos semanas Sirius se había encargado de seguir a Severus como todo un perro cuidando de su amo y claro que este lo había notado , siempre estaba a una distancia prudente y aún que en ocasiones si se acercaba a saludarlo jamás trataba de incomodarlo con su presencia , de vez en cuando le llevaba dulces de café que el Slytherin resibia gustoso , pues esos dulces le sudaban a mantenerse alerta en sus múltiples clases y seguía estudiando con un gran sabor de boca.

Severus sin saberlo , le alegraba el día al de rizos pues este pensaba que sus juegos de conquista iban de maravilla , claro , siempre siendo vigilado por una pelirroja que no podía evitar sentir celos cada que el de rizos le sonreía de manera coqueta a su amigo.

En algunas ocasiones llegaba asta a interrumpir esas pequeñas charlas que el de rizos y el pálido compartían alegando que ella también deseaba pasar tiempo con su amigo , Sirius después de esas escenas de celos siempre terminaba follandola en algún lugar del colegio como la puta que ella misma le decía que era con tal de complacerlo.

– no veo la hora de salir de aquí – Remus parecía fastidiado – para colmo me han quitado el puesto de prefecto por tu culpa.

Sirius rio – no debiste de tratar de forzar a Severus a nada – atacó con voz suave – a diferencia de todo los demás de aquí , yo no me hago de la vista gorda –

– claro que no , a ti se te hace gorda cada que miras tanto tiempo a Severus que es diferente – Remus casi estalla en carcajadas al ver cómo el Splytherin se sonrojaba asta las orejas y como el de rizos había enmudecido.

– vasta..los dos – Severus hablo en un susurró – nos meterán en problemas de nuevo.

– oh querido... Pero si lo estamos pasando bien ¿Verdad Sirius? – el mencionado lo miro irritado – ¿Acaso no le has dicho que te mueres de ganas por el? Yo jamás tuve pena de decir lo , me encanta Severus así como es pero el jamás a podido ponerme ni una pisca de atención – se encogió de hombros mirando ahora al mencionado – pero que quede claro , que mis intenciones siempre fueron tenerte conmigo y hacerte feliz no como otros , ten lo siempre en mente.

Severus no supo cómo interpretar aquello , Sirius era bueno con el en cambio Remus siempre había tratado de hacer las cosas a la fuerza e incluso utilizaba amenazas contra el , aún que tampoco sabía las intenciones de Sirius , tan solo habían convivido un par de veces.

Unos golpes en la puerta principal llamaron la atención de los ahí presentes , era obvio que la subdirectora Minerva no podría ser ya que aún faltaban dos horas más de detención.

– Lucius.. – Severus susurró el nombre del joven cuello cabello caía como cascada en un bello color rubio – ¿qu-que haces aquí?

– la pregunta la debería de hacer yo , Severus – el joven entro con tanta elegancia al aula que por un momento los otros dos olvidaron que estaban siendo ignorados – ¿Por qué sigues viniendo a sala de detención? Yo ya había hablado con Minerva de lo sucedido y acepto que tú ya no estuvieras aquí entonces..– la mirada de asombro de los otros dos no fue desapercibida por el mayor sin embargo siguió ignorando los – dime por favor querido mío , que estos dos no tienen nada aquel ver con que vengas gustoso a sentarte durante cuatro horas a este inmundo salón.

Severus no supo dónde meter su cabeza ante aquella conversación , su amigo , su mejor amigo mejor dicho lo acababa de delatar. Si bien Severus estaba a salvó de la detención ese era un buen momento para estar Serca de Black aún cuando esté no lo supiera , le gustaba esa mirada depredadora sobre si y que Black creyera que no lo notaba le hacía mucha gracia.

Por otro lado , Remus tan solo era ignorado como siempre lo había echo , ese lobo tan solo quería comer de él y después botarlo el no era tonto y sabía que el castaño eso deseaba.

– así que estás libre – aquella voz imponente llegó a los oídos del palido y lo ruborizo aún más – valla... Creo que el único que sabe mover muy bien sus cartas eres tú.

Lucius miro con una ceja alzada al de ojos grises y pudo identificarlo por completo , otro Black más.

– tú debes de ser Orión ¿No? El primo de Narcisa.

– y tú debes de ser el estirado con quién ella se casará , mucho gusto y mi más sentido pésame.

La risa suave de alguien más hizo que Lucius olvidará por un momento que acababan de ofender a su prometida y encontrando rápidamente con la mirada al dueño de aquella melodiosa sinfonía no pudo evitar relajar un poco su semblante frío con el que había llegado.

– creo que Narcisa es preciosa y un exelente partido – el castaño miraba sonriente al mayor – que sean muy felices.






















Lucius llevaba casi que a rastras a su amigo hacía los dormitorios , gracias a la hora no se toparon con tantos alumnos o sería una gran molestia para el mayor cuyo rostro parecía de nuevo un tempalo de hielo.

– ¿Algo que deba saber Severus? – esa era la segunda ocasión que lo preguntaba – dirás algo o solo seguirás sonrojándote.

– por favor Lucius..

– sabes de quién estamos hablando ¿No? Es Black , Sirius Orión Black , es solo un hijo de mami que busca dónde meter tu órgano reproductivo querido mío ¡No seas tonto!

Severus tomo asiento en su cama una vez entraron al dormitorio y notando que no había nadie más pudo preguntar lo que pasaba por su mente desde hacía días: ¿Soy tan poca cosa para que un Black no se pueda fijar en mi Lucius?

Malfoy quedó serio ante aquella pregunta , más serio de lo que siempre solía estarlo.

– no me refería a eso querido amigo – el mayor se sento a un lado de su amigo y con toda la delicadeza del mundo tomó sus manos dando leves caricias en sus nudillos – no quiero que salgas herido Severus y los Black son exelentes para destruir cosas valiosas.

– tu prometida es una Black..

– y es una de las no tan locas , creeme.

Severus no pudo evitar que una pequeña risa saliera de sus labios y Lucius sonrió con eso , su amigo era especial y no quería que dañaran aún más su frágil corazón.











En el aula de detenciones dos chicos seguían con el culo pegado al pupitre esperando la hora asignada de salida , uno para poder ver a su presa favorita que ahora sabía también llamaba su atención y el otro por qué necesitaba averiguar más sobre cierto rubio que había llamado demasiado su atención , sin duda su compañera no exageraba al decir que tenía un prometido guapísimo.

Traiciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora