hola mis amores, buen descanso, les dejo un cap antes de irme a mimir, los amodoro ya me dicen que tal
Capítulo 6
eban había despertado en la cama más cómoda en la que había dormido en los últimos 5 años, que va, quizás en toda su vida no había dormido en algo mejor. Con pereza aspiró el olor de aftershave en las almohadas que ahora ocupaban su cabeza. Pasó una de sus manos por debajo de la funda buscando el frescor debajo de ella, se sentía tan bien en sus dedos, al igual que las sabanas sedosas que cubrían su cuerpo.
Las sabanas...
Eban observó la cama con preocupación. Se habían manchado, sabía que era una buena posibilidad. Apresurándose a quitarlas de la cama intentó lavarlas, probó con detergente, el jabón de lavadora e incluso cada truco casero que recordaba sin éxito, un halo oscuro seguía permaneciendo allí donde el aceite había chorreado y olía como a una mala fritura.
Dios, eso era tan malo. Probablemente esa sábana valía más de lo que el ruso había pagado por él.
Con miedo hizo su mejor esfuerzo por ordenar la cama y el cuarto del hombre. limpiar la cocina también había ayudado para entretenerse. Pasarse horas solo no era algo a lo que estuviera acostumbrado, normalmente los movían como ganado por lo que había pasado gran parte de su vida rodeado de un montón de otros chicos y chicas desafortunados. siempre había alguien con quien hablar o a quien abrazar y consolar.
Mirando a su alrededor se acercó de nuevo a la ventana, la puerta principal otra vez estaba trabada. Afuera se veía cálido a pesar de la pequeña brisa que movía las hojas de los árboles.
Pensó en ese proverbio que habla de un árbol cayendo. La gran pregunta de si no había alguien para oír el ruido ¿entonces este realmente había existido?
Eban a veces se sentía como un árbol cayendo en solitario.
¿dónde demonios estaba? No era como si importara, había sido trasladado de un lugar a otro demasiadas veces. A veces conseguía vislumbrar alguna patente que le permitía saber en qué estado estaba. Lo había intentado con Fiodor pero el hombre no llevaba la misma dos veces seguida. Podría estar en Maryland como en Nuevo México, quizás incluso en el propio México, pero el paisaje no lo parecía. No realmente.
A veces cuando estaba solo se compadecía del niño estupido que había sido. Él pequeño Eban de 16 años que había escapado de casa soñando con salir de su miseria sólo había conseguido caer aún más en la mierda. Se había ahogado tantas jodidas veces, la parte más triste era que a él nadie lo buscaría, ni siquiera la primera noche que comprendió su verdadera situación tuvo la esperanza de que alguien denunciara su desaparición. Podía ser lo suficientemente iluso para confiar en el hombre que le prometió un viaje a Los Ángeles por una mamada, pero no era tan estupido como para pensar que su madre adicta haría algo por él. incluso si hubiera notado su ausencia en algún momento habría preferido mantener a la poli lejos de su mierda antes de pensar en buscar a su hijo. Los años confinado en el cartel como si fuera poco menos importante que un montón de estiércol se lo habían confirmado. Probablemente asumió que había escapado, embarazado a una chica y caído en las drogas. O probablemente su madre ya hubiera conseguido matarse de una sobredosis y por eso nadie nunca denunció su desaparición, como fuera... Eban no existía para nadie, nadie lo buscaba, entonces a veces se preguntaba si aun realmente era real. A veces olvidaba cómo se sentía ser una persona de verdad.
Sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo se abrazó a sí mismo observando afuera a los árboles.
***
Cuando Fiodor volvió a la casa encontró a Eban parado estático en el recibidor. Le recordaba a esos documentales de animales donde la gacela se quedaba frente a frente al depredador mirando la muerte inminente a los ojos antes de salir corriendo. Eban se había quedado muy quieto en cuanto oyó la llave en la puerta, observando con ojos asustados su movimiento como intentando determinar si debía esperar un golpe o salir corriendo.
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Marica (Pedikom)
ChickLitFiodor Voronin, no es marica, pero después de un año siguiendo día y noche a uno, algo en su mente se altera, él está seguro que es algo pasajero, su repentina obsesión por su objetivo solo podía ser parte de algún trastorno mental desarrollado por...