Hello mis amores, mil años que no pasó por aquí, para todos los que han escrito en mi muro y por privado, no la he olvidado. Solo necesitaba un atacado artístico. No es mucho pero espero que lo disfruten los amodoro
Hubo un silencio largo en el que Fiodor pensó que Eban se había dormido, podía sentir su respiración, su pecho inflándose y desinflándose contra su pecho, su latido, entonces su voz diminuta volvió a llenar ese silencio frío que los había envuelto.
-tenía estás revistas con hombres y mujeres con rostros bellos y brillantes, labios rellenos de color, los cabellos glamorosos, los seguía en las redes, sabes? Publicaciones llenas de maquillajes y tacones brillantes. Yo… quería eso. Soñaba con tener un salón de belleza, Cuando me fui de casa… el hombre de la parada de autobuses me ofreció 20 dólares por una mamada-dijo y Fiodor lo apretó más a su cuerpo, había entendido eso, demasiado bien, pensar en los labios de eban hinchados y enrojecidos alrededor de la polla de un hombre anónimo hacía crecer un odio irracional dentro de él. Venía del núcleo de esa misma parte primitiva que gruñó mío, mío, mío, no supo en qué momento lo había decidido así pero la parte reptiliana de su cerebro había decidido que Eban era suyo y nadie más volvería a tocarlo si Fiodor tenia algo para decir al respecto. Gruñó.
-estas celoso?-Eban se rió con tristeza, Fiodor no contesto.-Soy eso,oso polar-eso, un prostituto, un chico de alquiler, los dos lo sabían, ninguno lo dijo. Incluso en sus brazos, incluso si las líneas habían comenzado a difuminarse entre ellos en el último tiempo, Eban ni siquiera estaba vendiendo su cuerpo por voluntad propia, Jesus, se sintió sucio, tan malo, podrido.
Nicolai lo había secuestrado, había robado a Eban, su identidad,su libertad, lo había alquilado, vendido y regalado como si no valiera nada mientras que para Fiodor… Fiodor recordó los primeros días, dónde él había Sido otro hombre que lo trataba como si fuera escoria cuando para Fiodor ahora era lo más valioso de esa jodida casa. Fiodor no sabía cuándo había comenzado a anhelar su contacto, su compañía, la manera amorosa en la que el chico lo esperaba. Su paciencia cuando su temperamento se volvía volátil y la confianza ciega que siempre le predicaba incluso en momentos como esos en los que Fiodor acababa de ser un imbécil con él. Fiodor había intentado ser mejor, pero no lo era y sin embargo Eban parecía confiar en que era mejor de lo que realmente era. Un dolor atravesó su pecho con la conciencia de la realidad. Una a la que se había negado.
-No.-murmuró Fiodor elevando su mano para acariciar la mejilla de Eban , un susurro, un secreto como si alguien más pudiera oírlos en su pequeña burbuja en medio del bosque.
-Él se quedó conmigo después de que limpié mi boca, él me pagó y no me vio como si fuera basura incluso después de…-Fiodor volvió a gruñir y eban no lo dijo, pero ambos lo sabían- Me escuchó, me compró un sandwich y fue tan amable conmigo, llevaba días hambriento y durmiendo en la calle. Él me dijo que era el destino y le creí, dijo que tenía contactos en Los Angeles que podía conseguir un puesto como ayudante de maquillaje en un pequeño estudio. Podía aprender y ganar algo de dinero, no le importaba que aún no fuera legal, me dijo que podía ahorrar y un día podría poner mi propio salón, sonaba tan bien, mi vida de pronto parecía haberse ordenado-Resopló con un sarcasmo amargo poco propio de él-. Le creí. Me fui con él y resultó que trabajaba para…-la voz de Eban se rompió y hundió su rostro debajo de la barbilla de Fiodor escondiéndose.
-Niko.-Rellenó Fiodor por Eban, el muchacho se estremeció entre sus brazos.
-Él es malo, horrible, él …-fuera lo que fuera que Eban estuviera recordando tuvieron sus ojos nublandose de horror y lágrimas. Fiodor lo abrazó más fuerte como si quisiera meterlo dentro de su propio cuerpo para protegerlo de los horrores que había pasado, de los horrores de los que él había formado parte. A los que había contribuido.
-shhh…
-fui tan estúpido, yo solo me lo busqué…yo…Debí quedarme en casa, debí...
-inocente.-gruñó Fiodor intentando impregnar de suavidad su tomo, matizarlo de calma incluso si no era a más que un gruñido.-niño. no estúpido. Niño, joven. Perdido.
Un niño joven y perdido, eso era lo que Eban era, un niño del que se habían aprovechado porque eso era lo que ellos hacían, su familia. Todos ellos, Fiodor los odió y se odió a sí mismo.
-igual que tú.-murmuró Eban y se giró para encontrar esa mirada acerada, ese rostro pálido ligeramente marcado por la mala vida. Pero joven, Fiodor era muy joven para alguien con la piel tan curtida de cicatrices como la tenía. Ambos habían tenido una mala vida ambos habían sido niños perdidos con mala suerte-también eres joven no? un poco más mayor que yo como mucho.
-¿Cuántos años tienes?-preguntó Fiodor con ese mismo tono íntimo acariciando su espalda.
-20? Quizás.
-¿Quizás?
-tenía 16 cuando me fui de casa, después de que entré en la red de…-Eban apretó los labios y desvió la vista incapaz de decirlo -ha sido difícil llevar la cuenta allí. Han pasado años. Al principio me inyectaron cosas para que sea más dócil. Pero uno de los hombres que trabajaba para Niko me dijo que si no me resistía dejarían de hacerlo, era de los malos pero me salvó de terminar muerto o peor… aprendí a ser dócil para sobrevivir
Cuatro años, Eban había sobrevivido 4 años en la red de trata siendo dócil. El era dócil para sobrevivir. Fiodor sintió un nudo apretar su estómago. Era tan obvio pero dolía, Fiodor no quería admitirlo. Las últimas semanas con Eban se había dejado envolver por su dulzura por la manera en la que lo hacía creer en la ilusión de que había alguien esperando en casa, alguien que… que solo estaba siendo dócil para sobrevivir cuando Fiodor se sentía tan roto en ese momento.
-slat-kii-murmuró Fiodor en un tono tan dolorido que tuvo a Eban mirándolo a la cara con preocupación. Sus ojos castaños parecían tan inocentes, tan reales que Fiodor lo había creído, Fiodor lo había… la mano de Fiodor acarició su mejilla.
-conmigo? -Fiodor necesitaba saberlo aunque doliera. Necesitaba saber si estaba siendo dócil con el solo para sobrevivir o si había algo más . Se sentís como algo mas. Necesitaba algo más.
Eban no comprendió, su rostro se arrugó en una mueca.
-irte? -añadió Fiodor.
-irme contigo?
Fiodor negó forzando las palabras a salir.
-libre. Quieres libre? Casa ir a casa. Quieres irte a casa? O conmigo?
Los ojos de Eban se abrieron con sorpresa como si nunca hubiera considerado posible esa opción. Observó a Fiodor, confuso con sus labios entre abiertos, el ruso lo observaba con su rostro tan expuesto y lleno de emociones.
-tu me dejarías ir?-preguntó Eban en un susurro casi inaudible, había pasado un par de meses con el hombre, había aprendido que dentro de sus bordes duros había más, pero nunca ni en sus más remotos sueños se había planteado esa posibilidad. Fiodor cerró sus ojos y ante la mirada sorprendida de Eban murmuró un quebrado- sí.
Bada tus, los extrañaron? Opiniones?
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Marica (Pedikom)
ChickLitFiodor Voronin, no es marica, pero después de un año siguiendo día y noche a uno, algo en su mente se altera, él está seguro que es algo pasajero, su repentina obsesión por su objetivo solo podía ser parte de algún trastorno mental desarrollado por...