Marica (Pedikom)

Prologo

—Pedikom.—Repitió Fiodor observando al hombre rubio al otro lado de la calle. un Marica. Eric lo había enviado a vigilar personalmente a su puta.—Suka.

Sacudió la cabeza y se inclinó ligeramente hacia adelante para tener una mejor vista del hombre. Llevaba días viendo como se detenía cada día a alimentar a esos gatos callejeros. No había encontrado rastros de los coreanos siguiéndolos. Y el único sospechoso se encontraba saludando a los pececitos en esos momentos. Eric le había advertido que tuviera varios ojos sobre el hombre. Un favor personal, esto era el por qué Fiodor lo estaba haciendo.

El tipo Jones dejó un puñado de alimento cerca de la gata preñada, esperó a que el animal comiera antes de acariciar su oreja. Estaba susurrándole algo, desde su distancia Fiodor no podía oirlo, lo que no era importante, ya que de hacerlo, poco y nada era lo que manejaba aquel idioma.

—Pedikom—Volvió a repetir en cuanto el segundo hombre apareció. Era fuerte, contextura de luchador, alto, cabello oscuro y ligeramente más largo de lo normal para un hombre que se respetara. Otro Marica. Fiodor lo había visto con sus propios ojos la noche anterior en el cuarto de ese hotel.

Fiodor lo había visto todo. Como el hombre más fuerte lo agarraba por las caderas mientras el rubio debajo de él lo tomaba gimiendo como una puta, tan marica. Tan...

El recuerdo le llegó con una ola de calor golpeando sus mejillas con vergüenza y su cuerpo volvió a traicionarlo empalmándose. Estaba duro como un mástil.

Otra vez. 

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