EDITANDO Harry Potter Smuts (TRADUCIDO)

Ventana de bahia (Charlie)

Charlie X Reader, no smut.

Espolvoreé con cuidado una almohada de tiro naranja quemada y la metí en la esquina del rincón. Mi ventana de bahia finalmente estaba terminada.

Desde que era niña, siempre me habían encantado los ventanales, especialmente cuando tenían un cojín. En mi opinión, eran el lugar perfecto para leer, con la cálida luz del sol tomando el sol en el pequeño rincón.

Después de que Charlie y yo nos mudamos a nuestra casa, insistí en que iba a construirme una ventana de bahia. Preparé una lista de pros y contras para Charlie, esperando algún tipo de oposición. Pero me sorprendió cuando no protestó, prometiendo que saldríamos a buscar todos los suministros que necesitaba. Decir que estaba extasiada era quedarse corto.

Estudié sistemas de construcción en la escuela, así que fue tan fácil como alquilar las herramientas adecuadas y empezar a trabajar. La mirada en el rostro de Charlie cuando vio el camino de apoyo que había construido y el agujero sin ventanas que había hecho en la pared no tenía precio, pero me aseguró que confiaba en mí y con la ayuda de un par de mis amigos, teníamos la ventana enmarcada y aislada en menos de una semana, junto con un banco que abarcaría la longitud de la ventana. Por supuesto, contraté a un profesional para que instalara la ventana mientras Charlie estaba en el trabajo.

Pero había estado cubriendo la ventana con una lona todos los días y le hice jurar a Charlie que no miraría por ninguno de los lados. Hoy fue el último día. Un par de días antes, pinté la ventana y derribé la pared de soporte.

Di un paso atrás y admiré mi obra. Era una ventana bastante pequeña con un cojín gris y un pequeño estante empotrado en el costado, en el que coloqué un libro y una planta. Había una manta blanca y negra y un par de almohadas naranjas. Así era como siempre había querido que fuera. Sonreí vertiginosamente y salté hacia él, me senté en el cojín y suspiré.

Era todo lo que había soñado.

Escuché que la puerta se abría y me enderecé, posando en la ventana, tratando de parecer relajada a pesar de mi emoción.

Charlie sabía dónde estaría y entró en la habitación, flotando en la puerta.

"¿Está cubierto?" Preguntó, su antebrazo echado sobre sus ojos.

"¿Por qué no lo compruebas por ti mismo?" Respondí y no me molesté en reprimir mi sonrisa.

Se destapó los ojos y miró por la ventana.

"Mira esto", dijo y asintió. "Muy agradable." Su tiempo no fue nada convincente.

Fruncí las cejas. "¿Estás bien, Charlie?" Pregunté, acercándome a él y colocando una mano tranquilizadora en su antebrazo.

"Sí, lo siento. Se ve muy bien, lo hace", dijo.

"¿Qué ocurre?"

"Fue un día largo. Yo ... no sé", dijo y se mordió el labio.

"Bueno, vamos. ¿Qué tal si te sientas en el ventanal y te relajas un poco?", Sugerí.

"¿Eso lo arreglará?" Preguntó juguetonamente, pero de todos modos se dirigió a la ventana.

"Ya veremos. Y si eso no es así, tal vez una taza de té lo haga", dije e incliné la cabeza.

"No voy a rechazarlo", dijo, luego miró a la ventana con dudas. "¿Estás seguro de que esto aguantará?"

"¿Estás dudando de mi destreza?" Pregunté con incredulidad.

"No, no", respondió y se sentó, solo luciendo un poco aprensivo.

Corrí a la cocina, le preparé una taza de té a Charlie y se la llevé con cuidado. Lo puse en el estante y se sentó ansiosamente.

"Gracias amor."

"Es lo menos que puedo hacer. Lamento que hayas tenido un mal día", le dije.

"Bueno, no te preocupes", dijo. "No sé cómo podría estar de mal humor cuando tengo un ventanal tan bonito".

No pude reprimir mi sonrisa ante su declaración.

"¿De verdad te gusta?" Yo pregunté.

"Por supuesto que sí", respondió con una sonrisa mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cintura. "Es el lugar perfecto para abrazar a mi prometida".