EDITANDO Harry Potter Smuts (TRADUCIDO)

El alivio del estrés (Cedric)

Cedric X Lectora

Cedric entró cansado en nuestro apartamento compartido y se sentó en el sofá.

"¿Qué ocurre?" Yo pregunté.

"Nada", respondió. "Estoy un poco estresado en el trabajo".

Fruncí el ceño y me senté a su lado.

"¿Puedo hacerte sentir mejor? ¿Quieres un té o algo?" Pregunté, pasando mi mano por sus hombros.

Sacudió la cabeza y envolvió su brazo alrededor de mí para acercarme a él.

"Eso está mejor", dijo, cerrando los ojos y abrazándome contra su pecho. Envolví mis brazos alrededor de su torso y lo empujé para que estuviera acostado en el sofá conmigo encima de él.

Enterré mi cara en su cuello y tracé pequeños patrones en su pecho con las yemas de mis dedos. Cedric tarareó en voz baja y pasó sus dedos por mi cabello.

Después de unos minutos, me aparté para mirarlo a la cara. Él me sonrió. Me incliné y le di un suave beso en los labios, trazando sus mejillas con besos antes de besar sus labios de nuevo. Esta vez, me devolvió el beso y movió sus labios contra los míos. Pasé mi lengua por su labio inferior antes de tirar de él con los dientes.

Gimió en mi boca y se movió debajo de mí.

"Sé lo que me haría sentir mejor ahora", dijo, su voz apenas por encima de un susurro.

"¿Sí?"

"Te quiero, por favor", dijo, sus ojos parpadeando entre los míos.

"Vamos", le dije y lo levanté del sofá y lo llevé al dormitorio.

Empujé a Cedric sobre la cama, viendo sus ojos abrirse. Con cuidado me senté a horcajadas sobre sus caderas y me incliné para besarlo. Siguió mi ejemplo en el beso, levantando la barbilla para profundizarlo. Dejé besos hasta su barbilla y pasé mi lengua por su mandíbula antes de morderle el lóbulo de la oreja.

Me aparté y tiré de su camisa. Se sentó lo suficiente para que yo le quitara la camisa del cuerpo y luego se recostó. Pasé mis dedos desde su pecho hasta su rastro feliz, sonriendo cuando se le puso la piel de gallina.

Me quité la camisa y vi como Cedric pasaba sus manos por mi piel, sus pulgares rozando el aro de mi sostén. Agarré sus manos y las inmovilicé junto a su cabeza entrelazando nuestros dedos mientras me inclinaba para besar su cuello. Mordí y chupé su pulso hasta que la piel se puso rosa y estaba seguro de que se formaría un moretón oscuro.

Cedric comenzó a inquietarse debajo de mí, moviendo sus caderas de vez en cuando. Tomé la indirecta y rodé mis caderas contra su bulto. Respiró hondo entre los dientes y movió las caderas, las mejillas sonrosadas.

Mordí mi labio y me moví más abajo en la cama antes de desabrochar sus pantalones y bajarlos por sus piernas. Pasé las yemas de mis dedos por sus muslos y rompí la pretina de sus calzoncillos contra su piel. Se estremeció un poco y le sonreí y tiré de sus calzoncillos hacia abajo para que estuviera completamente expuesto.

Su respiración era irregular y rápida mientras se apoyaba en los codos para mirarme. Pasé mi pulgar sobre la punta de su longitud antes de acariciar su eje un par de veces. Luego, lamí desde la base de su polla hasta la punta. Gimió en voz baja.

Gradualmente tomé todo su cuerpo en mi boca, completamente concentrado en contener las mordazas. Cedric entrelazó sus dedos a través de mi cabello para mantenerlo fuera de mi cara mientras me veía mover la cabeza lentamente.

"Joder, ____," jadeó, tirando de mi cabello.

Aparté mi rostro para hacer contacto visual con él mientras bombeaba su polla a un ritmo constante.

"¿Esto se siente bien?" Le pregunté.

"Sí," respiró, con el pecho agitado.

"¿Estás lista para correrte?" Pregunté, inclinando mi cabeza.

"No."

"¿Qué quieres?"

"Te quiero. Quiero que me folles, por favor", dijo, frunciendo las cejas y moviendo sus caderas en mi mano.

Retiré mi mano y sonreí. Me puse de pie y me quité los pantalones, junto con mis bragas y luego me senté a horcajadas sobre él de nuevo.

"Siente lo mojada que me pones".

Cedric pasó sus dedos por mis pliegues lentamente, esparciendo mi humedad alrededor.

"Es todo para ti, Ced," gemí cuando él rozó mi clítoris. Sus labios se separaron ante mis palabras.

Me moví para colocarme sobre su polla y hundirme lentamente, tarareando de placer. Apretó la mandíbula y su cuerpo se tensó por un momento. Una vez que estuvo completamente dentro de mí, me incliné hacia adelante para colocar mis manos en su pecho como apoyo.

Comencé a deslizarme hacia arriba y hacia abajo por su longitud lentamente para burlarme de él mientras me adaptaba a la sensación de que él estiraba mis paredes.

"Te sientes tan bien, Ced", alabé.

"Por favor, yo ..." se calló, rogando por todo y nada. Sus ojos estaban pegados a mi coño y sus cejas estaban fruncidas de placer. "Por favor, ve más rápido".

Le obedecí y aceleré para rebotar en su longitud. Gimió una serie de obscenidades y echó la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados con fuerza.

"Lo estás haciendo muy bien, bebé", le dije, clavando mis uñas en su pecho. Maldijo en respuesta, sus dedos se clavaron en mis caderas.

Me incliné para besar su cuello, alejándome cuando rozó mi punto G. Lloriqueé y continué golpeando el mismo lugar, mi orgasmo comenzaba a acumularse.

Me agaché para frotar mi clítoris, mi cuerpo respondió casi de inmediato. Mis paredes se apretaron alrededor de la longitud de Cedric y mis piernas se sentían como si pudieran ceder en cualquier momento.

Mi orgasmo fue poderoso. Todo mi cuerpo tembló y mis paredes se apretaron alrededor de Cedric. Mis ojos se cerraron de golpe y mi mandíbula cayó en un gemido silencioso. Me obligué a seguir moviéndome a través de mi orgasmo hasta que Cedric se soltó.

Me levanté temblorosamente del largo de Cedric y me dejé caer sobre su abdomen. Nuestras liberaciones gotearon sobre la piel de su estómago mientras recuperamos el aliento.

"¿Quieres probar?" Yo pregunté.

No respondió, pero nos dio la vuelta y se colocó entre mis piernas. Cedric lamió su propio semen y mis jugos de mi coño, haciendo círculos con su lengua alrededor de mi clítoris. Gemí y empujé mis caderas hacia su boca con entusiasmo, enredando mis dedos en su cabello. Deslizó dos dedos en mi entrada, que todavía palpitaba por mi clímax. Rodé mis caderas mientras mi orgasmo crecía tan rápido como se había ido y me corrí de nuevo, sosteniendo su cabeza en su lugar mientras gemía su nombre. Después de que mis piernas dejaron de temblar, Cedric besó el interior de mi muslo y se arrastró hasta la cama para acercarme a su pecho.

"Gracias," dijo, sus dedos acariciando mi hombro.

"De nada", le dije. "Cualquier cosa que te haga sentir mejor".