20XX

72 9 9
                                    

Caminabas algo cansado por la calle céntrica de tu ciudad, mirabas tu reflejo por las vidrieras comerciales, no prestabas atención a los objetos que vendían detrás del cristal sino que simplemente elogiabas estar llevando tu atuendo cotidiano favorito. Después de todo, luego de una mañana aburrida llena de trámites ahora sientes que puedes relajarte aunque debías comprar algunas cosas para tu casa, pan y quizás algunos artículos de limpieza. De igual manera pasaste por por la plaza principal, había gente pero como era día de semana en horario laboral y de colegio estaba bastante vacío, había un par de ancianos caminando a lo lejos. Veías el sol ardiente rodeado de un par de nubes que cuando lo cubrían eran la pausa perfecta para los rayos directos, te sentías bien de nutrirte de ese calor, y al mismo tiempo sentías como el oxígeno puro entraba en tus pulmones, un momento saludable del día. Decidiste adentrarte en el centro de la plaza donde te sentías a gusto ya que no había nadie, sólo tú y los pájaros que pasaban, llegaste hasta la sombra de un árbol, justo al lado del tronco. Estiraste tus brazos con un bostezo para desperezarte, sentías tus energías renovadas y optaste por continuar con tus labores cuando una avispa revoloteaba por tu rostro, te echas hacia atrás tropezando por una irregularidad del terreno cayendo levemente de cola chocando tu espalda con el tronco. No te dolió, pero sentiste como algo rozó tu cabello junto con un sonido brusco de madera, creíste que era el mismo insecto pero descartaste la idea al verlo volar lejos tuyo a unas flores bastante cercanas.
Tu respiración se cortó porque fue un evento anormal, te alejaste levantándote levemente notando en la comisura de la corteza del árbol, había una extraña flecha que pudo haberte matado.

 Tu respiración se cortó porque fue un evento anormal, te alejaste levantándote levemente notando en la comisura de la corteza del árbol, había una extraña flecha que pudo haberte matado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miraste con enojo a todo tu alrededor buscando al responsable pero no notaste a nadie. Tu malestar y sorpresa disminuyeron porque la flecha volvió a llamar tu atención, la quitaste del árbol notando la belleza de sus detalles, la madera era vieja pero estaba bien cuidada y barnizada, las plumas del extremo distal habían sido reemplazadas por unas imitaciones de madera pintada a mano con el objetivo de hacerla más aerodinámica o para balancear el peso de la punta, no podrías asegurarlo. Su punta era de oro, deseabas ver en algún lado de cuantos quilates, era hueca, por eso no pesaba demasiado. Despertaba tu interés el saber cómo, cuando y por qué te lanzaron eso, ¿con qué objetivo?.
Decidiste cargarla, y pensando en eso pudiste terminar de hacer tus pendientes en la tienda más cercana, guardando la flecha en una de las bolsas de plástico, al lado del pan, del agua y de otras cosas que tanto necesitabas reponer en tu hogar.

Estabas de regreso a tu camino a casa, replanteándote si usarías algún medio de transporte cuando te percataste de que dos hombres te señalaron, uno era un policía y el otro parecía un civil, caminaron hacia ti sosteniendo una mirada algo agresiva. Corroboraste de que a tu lado no había nadie, no estabas delirando realmente eras el objetivo. Como hace tiempo que resides en este lugar, a paso apresurado tomaste un atajo conveniente para dispersarlos logrando apartarte de su radar temporalmente. Creíste que habías escapado, caminaste rápido hacia la parada de taxis más cercana, no querías que te tacharan de ladrón por tomar esa flecha, tampoco querías problemas con la policía así que por ellos decidiste hacer todo eso. Te sentías aliviado al disminuir los pocos metros que te separaban de la puerta de ese vehículo, del boleto de huida, pero dos sujetos completamente extraños te interceptaron. Uno era un rubio con tres remolinos de flequillo, ojos verdes destellantes, tenía una camisa violeta con corbata negra ajustada con un broche de oro, pantalón de vestir negro como sus zapatos lustrados. El otro sujeto era de piel más aceitunada, también tenía camisa y corbata, pero la cortaba hacia juego con un gorro informal con diseño geométrico de colores primarios tales como blanco, rojo y azul, su pantalón era de cuero pero tematizado de animal print estilo cebra, con botas informales negras con detalles rojas, algo ocultaba tras su espalda. Te llamaban la atención porque esos sujetos salidos de una escuela de moda te miraban con desconfianza, tenían un aura tan intimidante que ni te ocurrió rodearlos,

☆En la mente de Giorno Giovanna☆JOJO☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora