CAPÍTULO XXIII

157 17 1
                                    

Dash.

―Respira, vamos tu puedes― sentí la voz lejana de Luke en medio de sus intentos inútiles de que volviera en sí.

Desenfocado podía observar a Melody que sostenía su cabeza con ambas manos mostrando claro desespero y desconcierto.

Hacía ya un rato que melody en medio del desespero por no lograr que mi respiración y que el ataque llegara a su fin, llamó a Luke quien también llevaba hace rato tratando de tranquilizarme, pero la imagen tan devastadora volvía a invadir mis pensamientos y sentía como el pecho volvía a comprimirse y las ganas de llorar amenazaban fuertemente.

―No lo puedo creer― dije bajito aun sin creer completamente que alguien tan despiadado Y ruin se atreviera a jugar así.

―Dash, debes tranquilizarte― pedía Luke angustiado.

No era capaz de formular más de una frase con coherencia. Mi mente se encontraba totalmente absorta evocando recuerdos vagos de mi madre sonriendo, cuidando su jardín, jugando con mi hermana y conmigo, y luego...verla postrada en aquella cama viviendo sus últimos días encerrada en una insípida habitación, aun así había tratado de sonreír cada jodido día para amortiguar la tristeza de sus hijos.

Quería pasar cada segundo que me quedaba su lado, escuchando su voz, sosteniendo su mano y hacerle compañía hasta que su corazón dejara de latir, pero el grandísimo hijo de puta de Akram tenía otros planes para mí, obligándome a realizar un viaje de dos días para llevar un encargo grande e importante a un socio de él. No tenía opción, él era el que pagaba el tratamiento de mi madre, a cambio de que cubriera su culo con los encargos que debía hacer que ponían en riesgo mi vida y mi libertad.

Cuando regresé me dijo que había muerto la noche anterior, mi hermana no había estado tampoco. Estaba en la cafetería del hospital tomándose un café, cuando Akram le avisó que nuestra madre había fallecido, ella había intentando correr a la habitación pero entonces observó como ya llevaban su cuerpo cubierto.

Siempre le había creído que había muerto porque ya la enfermedad había consumido sus días de vida, pero ahora...

Ahora no sabía que pensar con respecto a cómo había sido el fin de mi madre. Todo pudo ser perfectamente un plan craneado por la mente enferma de Akram y por ende me había enviado tan repentinamente a ese viaje.

―fue el...fue Akram― dije más para mí mismo que para ellos.

―Dash, vamos a casa, no es momento para pensar en nada más.

Asentí levemente dejándome guiar por los brazos de Luke que me conducían por el bosque ya empezaba a oscurecerse.

***

Casi una hora después entramos a la biblioteca abandonada, el frió calándose por mis huesos, con el sonido de fondo de Melody echándose a llorar en brazos de Luke que con delicadeza la condujo escaleras arriba.

Me despojé de mi buzo negro y con rabia lo estrellé contra uno de los miles de stands que de la primera planta. Quise gritar con todas las fuerzas que tenía, pero el cansancio físico y mental no me permitía hacer tal cosa. Sentía mi cuerpo entumecido, y un cansancio que no era propio para el esfuerzo físico que el día de hoy había hecho.

Recosté mi cabeza en la fría y pesada puerta de la biblioteca, cerré mis ojos y tratando de dispersar todo pensamiento que pudiera provocar lo de hace un rato.

***

Pasó no sé cuánto tiempo exactamente, cuando me despertó el entumecimiento de mi espalda y dolor de cuello por tanto tiempo en la misma posición.

ENIGMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora