En sus garras ⛓️❤️ [En Curso]

†15† Él... Monster.

Dedicado a: Rdavid92 mi lindo❤️
Feliz cumpleaños ❣️

Sandy

Despierto con un intenso dolor de cabeza y lo primero que hago es quedarme en la cama cinco minutos más.

Es más fácil acostarse en la cama, que levantarse.

Suspiro, buscando las ganas de levantarme. No las encuentro, pero me levanto. Mi cabello es un desastre y las sábanas las siento raras. Abro los ojos, los cuales no había notado que los había tenido cerrados este tiempo.

Esta no es mi habitación...

Ni mis sábanas...

Ni mi cama...

Mi corazón da un vuelco y el aire comienza a faltarme.

Justo cuando siento que colapso viendo todo a mi alrededor, veo la figura de alguien sentado a la lado de la ventana, viendo fijamente hacía afuera.

Y el recuerdo del día anterior viene a mí, golpeándome. Haciéndome caer en la realidad, mi realidad.

Mi mente susurra un nombre.

Monster...

Estoy confundida. En mi sitio, aún sentada en la cama, veo al chico que me secuestró la día anterior. Su cabello negro revuelto sobre su cabeza y una mano en su mentón, se ve serio y pensativo ¿Él también había tenido una mala noche?

Me aclaro la garganta, tratando de ser silenciosa.

—Monster... —lo llamo.

Al parecer no se esperaba que lo llamara o que despertara. Sus ojos se abren, girando su cabeza hacia la cama. Sus caen sobre mí, me escanea y yo a él.

Lleva traje sin el saco, su camisa apretándose a su cuerpo perfectamente. No obstante, cuando intento escanear la parte inferior de su cuerpo, él habla:

—¿Cómo dormiste? —hace la pregunta sin rodeos. Como si no me estuviese comiendo con la mirada hace unos segundos.

Pero, tu también lo hacías... Me reclama mi conciencia.

—Bi-bien... —tartamudeo. Debo verme ridícula, recién levantada y tartamudeando.

—No te ves ridícula —afirma y abro los ojos de sorpresa— Estás pensando eso, lo sé.

Su tono seductor no ayuda con mi sorpresa.

—¿Y como estás tan seguro? —me cruzo de brazos. En su rostro se dibuja una sonrisa ladina— ¿Eres adivino ahora o qué?

Se ríe por lo bajo, causándome una pequeña molestia.

—Te haré adivinar otra cosa... —su tono seguro me revuelve el estómago.