Sandra
—El informe médico dice que tú diagnóstico fue un ataque de pánico.—dice el doctor Nikola, el especialista a cargo de mi caso.
El doctor Nikola es amigo de mis padres hace mucho tiempo, estudió con papá en la universidad. Las fiestas de la Facultad de Medicina los unió y su amistad perdura hasta el sol de hoy.
Es alto, usa lentes de pasta, posee un bronceado caribeño envidiable y un cuerpo musculoso como el de mi papá; en algunas ocasiones, mi padre lo invitaba a reuniones en casa y viceversa, nos contaban sus anécdotas de aquella época, que competían por quien desarrollaba más musculatura en menos tiempo. Claro que con su debido cuidado, ya que debían dar el ejemplo como médicos.
«Ataque de pánico», repito en mi mente.
¿Por qué…?
—Y efectivamente.—continua el doctor, interrumpiendo el hilo de pensamientos.—Estuviste expuesta a mucha ansiedad y a mucho estrés. Las causas pueden ser muchas, ¿estrés escolar, quizá?
Asiento. No quiero hablar ahora mismo. Mi cuerpo sigue sintiéndose pesado. Tampoco quiero dar explicaciones sobre el collar, la sangre, y la figura que vi en mi habitación.
Y no tiene sentido, eso es lo único que puedo asegurar. Que no posee sentido alguno. Y si lo tuviera, no lo diría...
—Estuviste 3 meses en estado de coma.
Las palabras del especialista, a pesar de intentar que saliesen lo mas sutiles posibles, mi corazón da un vuelco preso del miedo.
3 meses... 3 jodidos meses en coma.
Todo en mi cerebro es muy confuso ahora. No sé como sentirme con respecto a eso.
Aún me encuentro en la habitación de hospital donde desperté. Estoy rodeada de mi padre, mi madre y el doctor Nikola. Me quitaron los aparatos que tenía conectados a mi cuerpo, sólo tengo una vía intravenosa que, por políticas del hospital, tengo que tener y un aparto en el dedo índice que evalúa mis pulsaciones.
Estoy más tranquila que cuando desperté.
Pero eso no quita el hecho que sigo aquí, con la cabeza vuelta un lío.
Mis padres y el especialista están discutiendo mi caso y las posibles causas y soluciones para el mismo, cuando la puerta se abre mostrando la figura esbelta de mi hermano mayor, Danny Anderson. Cualquiera diría que es un personaje sacado de una película de Hollywood.
Alto, de contextura delgada pero con musculatura adecuada a él y su vida deportiva. Cabello negro, piel bronceada, todo un galán.
Estrella del equipo de fútbol, el más buscado por la población femenina del Instituto, envidiado por la población masculina y el mejor hermano que se puede tener.
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En sus garras ⛓️❤️ [En Curso]
Mystery / ThrillerObsesionado por obtener a cualquier costo el amor de la chica de la que ha estado enamorado desde siempre. Monster secuestra a Sandra. En un acto de amor enfermizo, Monster idea un plan para quedarse con ella como dé lugar. Él alega estar enamorad...