Nuestro mundo ideal

Atractivo

Ron se preguntaba, si mientras más tiempo pasará en esta realidad descubriría cosas más sorprendentes, porque estar aquí era como probar una grajea de sabores, puede que te toque algo agradable o desagradable. Cuando llegó si le hubieran preguntado como describiría ser novio de Draco Malfoy, sin dudarlo habría dicho «desagradable» en cambio ahora diría «agradable» y ni siquiera entendía muy bien cuando se había dado el cambio. ¿Había sido aquella ocasión en la que le pidió disculpas? No, tal vez fue antes. Para empezar ¿por qué se disculpo? Él no era quien debía disculparse sin embargo lo hizo, y es que en ese momento se dio cuenta que todas las peleas que tuvieron durante cinco años eran insignificantes, ¿ya que importancia tenía quien le dijo que a quien? ¿o cuál le hizo que al otro? Ninguna, ya había sido suficiente el dolor que la guerra dejo en sus vidas como para seguir mortificándose por cosas que hicieron cuando eran niños. Ahora Draco era diferente, le agradaba descubrir a este nuevo Draco.

—si sigues así se te quemará el cerebro —

Fue la voz de Draco lo que lo saco de sus pensamientos, lo estaba observando acostado desde una cama y él estaba de pie enfrente de su cama. Sonrió aunque no por mucho tiempo, el rostro de Draco estaba pálido más de la normal, sus labios y mejillas carecían de color. Un paño húmedo descansaba sobre su frente. Toda la semana Draco había estado estornudando, «solo es una alergia» había dicho, pero cuando el viernes llegó al ver su estado el profesor Snape prácticamente lo llevo arrastrando a la enfermería. Ron pudo entrar a verlo después de un par de indicaciones de parte de madame Pomfrey.

—te vez horrible —dijo

—si eso es lo mejor que se te ocurre entonces me equivoqué, ya está quemado —

—ni estando enfermo dejas de molestar ¿verdad? —

—es para no perder las buenas costumbres. —Draco se sentó y se quitó el paño de la cabeza — ¿no sé supone que tienes clases? —

—la enfermera dijo que no te lo quites —se acercó y antes de volverlo a poner sobre su frente lo humedeció —las tengo, pero cuando eres un gran novio como yo lo soy... —

Draco rio —no, a mi no me vas usar como pretexto para faltar a tus clases —

Ron con un movimiento de varita acercó a él una silla al tiempo que hizo una mueca fingida —¿De que me sirve tener novio entonces? —

—podemos terminar —sugirió

—ya lo intente, no me dejaste ¿lo olvidas?-

—en ese caso creo que deberás soportar a este horrible novio que tienes —

—si no hay otra opción —se recargo en la silla suspirando

—no se de qué te quejas, la mitad de todo Hogwarts te envidia par salir con el príncipe de slytherin —

—¿Quiénes son los que no me envidian? —

—los alumnos de primero a tercero, los fantasmas, los elfos domésticos y los profesores —estaba vez fue Ron quién se rio —¿ahora quién es el que está siendo molestó? —

—lo siento, si, si, lo he notado, cuando camino me miran y dicen «yo quisiera estar en el lugar de Ron Wesley» —contestó en un tono burlón

—búrlate lo que quieras pero es la verdad, soy guapo, inteligente, divertido... —

—vanidoso, —lo interrumpió —consentido, caprichoso —con eso se ganó una mala mirada de parte de Draco y que volteara su rostro

Ron siguió riendo, no pudo evitarlo tanto como observar el perfil de Draco. Aunque se equivocaba en algo, no era guapo era atractivo, negarlo sería mentir. Sus ojos grises claros eran algo poco común incluso entre los magos, su cabello rubio tomaba un interesante tono blanquecino a la luz del sol, su piel tan pálida que quizás cualquier cosa podría dejar una huella en ella, lo hacía resaltar aún más, sumado a que todo en su rostro desde los labios hasta los pómulos son refinados y ni hablar de ese tono rojizo que toman sus mejillas cuando se sonroja. Estaba nada de corregirlo, las palabras se quedaron atoradas en la punta de su lengua «eres atractivo» habría dicho de no ser porque en ese momento llegaron Theo, Blaise y Pansy.

—creo que interrumpimos algo —dijo Theo

Ron se sonrojo y se asustó de lo que estaba apunto de decir. Se levantó de la silla abruptamente —no, yo... ya me tengo que ir, tengo clases —

—es la hora de la comida —le informó Blaise

—me acabo de acordar que quede verme con Harry en el comedor, adiós —sin decir más salió ante la atenta mirada de cuatro pares de ojos

Se detuvo solo a medio camino, ¿pero que tontería estaba apunto de decir? Una cosa era que le cayera bien y otra muy diferente que lo considerara atractivo. Y si lo pensaba bien era la primera vez que describía de esa forma a un chico, «No es nada» se dijo así mismo, notar que otras personas son atractivas era normal ¿no? Incluso algunas veces había tenido conversaciones con Harry dónde hablaban de las chicas más bonitas del colegio, paro hay estaba el problema «chicas» ni una sola vez habían mencionado a un chico. ¿Por qué? ¿Significaba algo? Tal vez solo era el hecho de que el único tro chico con el que había pasado tanto tiempo a parte de Harry era Draco, sí, seguramente era solo eso.

Más tarde ese día regreso a la enfermería, no estaba seguro de que fue lo que lo impulsó a ir, pero ahí estaba sentado al lado de Draco, observándalo dormir tranquilamente. Ahora no podía apartar la mirada de él ¿siempre fue así de atractivo? Sus recuerdos no eran una buena opción para responder esa pregunta, ya que solo venían cosas desagradables a su mente. Draco se movió un poco y abrió los ojos sorprendido.

—te tomas muy enserio al papel de novio —

Ron sonrió —medio Hogwarts me envidia, no debería descuidar a mi novio ¿no? —

Draco sonrió también —no seas tonto, yo no te... —de repente se quedó callado y dejo de sonreír

Después de unos segundos la confusión en Ron paso a expectación —¿Tú no me...? —preguntó

—yo no necesito que me cuides, solo estamos fingiendo —

—lo se —respondió automáticamente

Extrañamente Ron se sintió decepcionado y dejo de sonreír también, no era lo que esperaba escuchar, tampoco es que esperara algo específico, solo sabía que eso no.

—¿Te vas a quedar toda la noche? —pregunto Draco como si nada hubiera pasado

—¿Quieres que me vaya? —

—estoy algo cansado —

Ron se levantó de la silla —nos vemos después, mejórate —dijo a modo de despedida

Al salir de la enfermería por segunda vez en el día se sintió confundido. No había olvidado que esto era una farsa, claro que no, sin embargo sé habían empezado a llevar tan bien que por un segundo olvidó que ellos no eran amigos, eso fue lo que olvido. El que Draco le hubiera recordado eso se sintió como una enorme pared invisible cayendo entre los dos, junto al hecho de que cuando regresen a su mundo los dos fingirán que nada de esto sucedió. Draco tenía razón se estaba tomando esto demasiado enserio, estaba olvidando que esto solo era para que nadie sospechara de ellos y su yo no encontrará cambios en su vida, era la única razón para pasar tiempo juntos....