Imposible

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Draco era feliz. Los pequeños detalles que antes ni siquiera era capaz de notar, ahora sobresalían tanto que se preguntaba cómo antes fue capaz de tomarlos por irrelevantes, por ejemplo el como la luz hacía brillar el cabello de Ron, como sus azules ojos se iluminaban cada vez que se encontraban con los suyos o como últimamente sonreía todo el tiempo. Draco era feliz de notar todo eso y más. Incluso en esas noches que se quedaban a dormir en la sala de menesteres y alguno de los dos tenía pesadillas, era feliz por poder ser quien lo ayudará a calmarse y al mismo tiempo olvidar las propias con un abrazo. La primera noche que Ron tuvo una estando juntos, lo tomo por sorpresa, no estaba muy seguro de que hacer, simplemente lo abrazó y lo escuchó hablar de lo que lo atormentaba hasta que se quedó dormido. El día que él tuvo una pesadilla Ron lo abrazó, le susurro palabras de consuelo y cuando no pudo volver a dormir le contó historias graciosas de su infancia.

Eran días increíbles, la cuestión es que no habían sido unos días, fueron cuatro semanas que pasaron a gran velocidad  y Draco solo se dio cuenta cuanto tiempo había pasado cuando Dumbledore lo menciono.

—tomo más tiempo del esperado, mes y medio, sin embargo encontré el hechizo que los hará regresar a casa —anunció alegremente el director —no se ve contentó —

No era que le desagradará la idea de volver a su hogar, tenía cosas que arreglar y decisiones que tomar, solo que ahora tres meses y una semana en esta realidad o mejor dicho tres meses al lado de Ron le parecían muy poco.

—estoy sorprendido —se obligo a responder y preguntar —usted sabe… ¿sabe cómo llegamos aquí? —

Dumbledore le dedicó una gran sonrisa astuta —le sorprenderá saber que no es un hechizo difícil de realizar, lo complicado es que requiere más magia y energía de la que un solo mago posee —

—nosotros llegamos aquí sin siquiera intentarlo o desearlo —

—esta equivocado en lo último, deje que le expliqué. Usted y el señor Weasley por motivos que desconozco desearon escapar de su realidad, no digo que querían llegar aquí precisamente, solo escapar, tenían ese deseo en común. Inconscientemente ambos unieron su magia para hacerlo posible. Ahora se preguntará ¿cómo que llegaron específicamente aquí? Eso aún más sencillo de explicar, simplemente llegaron a un lugar donde sus yos estaban unidos de forma más significativa que el deseo —

Draco tenía toda su atención en las palabras del director pero aún tenía dudas —eso no explica cómo hicimos un hechizo que no conocíamos —

—quizás sí pero no sabían cómo usarlo o para que servía —

—y si es algo tan sencillo de hacer que solo requiere de dos personas para realizarse, ¿por qué no es un hechizo conocido? ¿por qué no hay información de el al respecto? —

—como comprenderá no hay una forma de elegir el lugar al que se llegará y solo puede hacerse si las personas tienen una conexión poderosa en ambas realidades, eso disminuye mucho las posibilidades de obtener un resultado exitoso. Es considerado un hechizo raro e inefectivo y al no existir alternativas para llegar a otras realidades, es descartado y olvidado —cuando terminó de explicarle le entrego un pequeño pedazo de pergamino con las palabras que lo regresarían a su realidad

No podía creer que unas palabras tan simples habían cambiado su vida para siempre y una vez que las pronunciará lo harían nuevamente, la tristeza de tener que dejar este mundo o mas bien de que su relación con Ron se quedaría aquí lleno de lágrimas sus ojos, mismas que no se permitió derramar enfrente del director. Le agradeció por todo y le informo que se iría en cuanto hablará con Ron.

Camino por los pasillos contemplado la posibilidad de no decirle nada y que ambos se quedaran en este mundo, pero en el fondo reconocía lo egoísta que sería esto, por otro lado pensó en las posibilidades de poder continuar con lo que tenían aquí en su realidad y por desgracia sabía que no había posibilidades y las pocas que creía encontrar solo eran falsas esperanzas. Lo mejor era que se despidieran y conservaran los recuerdos de estos tres meses.

—otra vez estas haciendo eso —dijo Ron

Draco se sorprendió, no recordaba como exactamente había llegado a aquella ventana en la que estaba recargado y ahora Ron estaba a su lado.

—¿Haciendo que? —

—encerrarte en tu mente —

—se le llama pensar, deberías intentarlo —bromeó

—tú podrías pensar menos y relajarte más —

—se me ocurren un par de ideas para relajarme pero necesitaré tu ayuda —dijo en un tono sugerente

Vio como en menos de un segundo hasta la punta de sus orejas se volvieron rojas y eso lo hizo reír, Ron se separó de la ventana con la intención de irse, pero antes de que lo logrará Draco lo atrapó y lo acorraló.

—te encanta tenerme así, ¿verdad? —cuestiono desviando la mirada

—¿Así, en mis brazos, con tu rostro al color de tu cabello y temblando por mi? —cuestionó robándole un beso —mucho es poco para describir cuento me encanta —pudo sentir la sonrisa de Ron en medio de un segundo beso. Lamentándolo se separó de él, estaba retrasando la noticia, debía decirlo ahora o más delante no podría —tengo el hechizo para volver a casa —soltó

Pudo sentir como cada músculo en el cuerpo de Ron se tenso, como su respiración se detuvo por unos segundos y de pronto estaba siendo abrazado tan fuerte que por un instante perdió el equilibrio y casi caen los dos. No sabía que decir así que solo correspondió el abrazo.

—Draco… yo no quiero que esto termine, yo… —

—por favor, no digas que hay esperanzas, no me digas que es posible que estemos juntos en nuestra realidad, no digas nada, porque puedo creerte —

—¿Por qué? ¿Por qué no podemos estar juntos? —

—porque yo soy un mortífago —dijo como si eso bastará para explicar todo

—esa no fue tu elección, tú no eres un asesino y nunca lo serás, tú eres más que eso —

Draco lo sabía, él no tuvo elección, eso no significaba que no sintiera culpa o no tuviera fantasmas atormentándolo. También sabían que tipo de vida llevaría si era condenado a Azkaban, estaba dispuesto a cumplir su sentencia, tal vez así finalmente los fantasmas se irían y cuando saliera de ese lugar, porque no tenía dudas de que lo haría, averiguaría que hacer con su vida, pero no podía pedirle a Ron que lo esperara, no cuando tenía toda una vida esperándolo al volver, una vida que por desgracia no podrían compartir.

—¿Me dejarías hacerte el amor? —preguntó

Lo deseaba, había esperado que fuera bajo otras circunstancias, pero ahora que ya no había más tiempo para esperar, sería una despedida dolorosamente hermosa, aunque sospechaba cualquier recuerdo a su lado sería igual, hermoso y doloroso y no importaba, prefería mil veces tener los recuerdos del poco tiempo juntos que no tener nada.

—hazme el amor —lo escucho, claro y fuerte, justo cuando creyó que no obtendría respuesta…

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