Ron casi no podía creer que en este momento estaba caminando rumbo a la sala de menesteres, la único que lo hacía consiente de que esto estaba pasando en realidad era la mano de Draco sujetando la suya. Todo el camino se mantuvo en silencio, estaba nervioso pensado que debía hacer o si él sabría que hacer, la idea de que Draco tuviera más experiencia qué él le daba por una parte un poco de alivio y por otra parte pena por no saber nada, ¿y si arruinaba el momento?.
Dejo que Draco se encargará de abrir la puerta y guiarlos hacia dentro. La cama que habían estado usando las últimas semanas los estaba esperando, con la diferencia de que esta ocasión no la usarían para dormir. Notó que el suelo estaba lleno de velas y algunas flotando alrededor de la cama, estás eran lo único que daban iluminación a la habitación. El ambiente era romántico y al mismo tiempo se sentía ligeramente tenso.
Ambos dejaron sus mochilas en la entrada, caminaron hasta la cama y se sentaron en la orilla. Ron estaba expectante de cada movimiento de Draco. Lo escucho inhalar y exhalar antes de que se acercara lo más posible y tomara su rostro con ambas manos para girarlo y besarlo. Lentamente recorrió sus labios, hasta que con timidez le pidió permiso para entrar en su boca, el cual Ron no dudo en concederle, entonces el beso se transformo en algo más profundo y caliente. Sus lenguas tocándose eran un mundo completamente nuevo, uno maravilloso que no podían conocer en un solo beso.
Las manos de Draco abandonaron sus mejillas para llegar hasta su túnica y retirarla lentamente, lo mismo hizo con los botones de su camisa, uno a uno los fue abriendo. Ron por un segundo sintió que se quedó sin aliento cuando la mano de Draco acaricio su pecho, estaba fría pero su piel ardía.
El beso se había cortado, lo que permitió a Draco comenzar a bajar de sus labios hacia su cuello, hasta que llegó a la clavícula y se detuvo ahí. No es que antes no lo hubiera besado ahí, solo que en este momento se sentía tan diferente, succionaba su piel, seguramente estaba dejando marcas. Cerro sus ojos disfrutando de cada sensación. Cuando los abrió estaba recostado y Draco encima de él en horcajadas.
Aprovechando la posición Ron le quitó la capa, la corbata y desabrochó los botones de su camisa, solo que no fue tan delicado como él lo había sido en el proceso. Ahora los dos estaban semidesnudos. La oleada de deseo solo incremento en ambos, tanto que sus entrepiernas dolían, sin saber si estaba bien o no Ron comenzó a moverse buscando un poco de liberación, Draco lo imitó, lo que provocó se rozaran y gimieran.
Los movimientos de ambos se detuvieron —Ron, —lo llamó jadeante —estas haciendo muy difícil que me controle —
El «¿Por qué te estás controlando?» quedó atorado en la punta de su lengua, Draco lo estaba besando de nuevo, menos dulce, más profundo, más intenso. Al mismo tiempo que sus manos acariciaron y en ocasiones apretaron todo el cuerpo de Ron, él en cambió puso sus manos en la nuca de Draco. Solo cuando se quedaron sin aire y tuvieron que separase y pasar de eso Ron gimió se dieron cuenta que seguían moviéndose, rozándose inconscientemente.
Draco llevo sus manos a los botones del pantalón de Ron y luego al cierre, de pronto se sintió nervioso otra vez. Intento inhalar despacio, aunque no lograba controlar su respiración cuándo su ropa interior lo abandonó junto a los pantalones y libero su erección, al buscar la mirada de Draco encontró deseó y pasión. Entonces Draco se deshizo de su ropa restante también y dejo a la vista su propia erección.
—¿Confías en mí? —preguntó al tiempo que se subía a su cuerpo a gatas y lo miraba fijamente
Por mucho era lo más sensual que jamás había visto. Extremamente excitante. Sus cuerpos tocándose sin nada de por miedo haciendo que su piel ardiera cada vez más.
—Ron… —estaba esperando una respuesta y al parecer no lo tocaría hasta obtenerla
—te confío mi vida, mi corazón, mi cuerpo, mi alma. Confío absolutamente en ti —
Draco se inclino y besó su frente —¿Por qué tienes que ser tan lindo, mi leoncito? —
Ron se rio —¿Ahora me dirás así? —
Se acercó a su hombro y desde ahí comenzó a crear un camino de besos hasta su cuello —¿Te molesta? —preguntó sin dejar de besarlo
—¿Tengo elección? —
—no la tienes —ambos rieron
—yo te diré… —
—tuyo, —completo por él sin mirarlo —soy tuyo —repitió lentamente
—mi amor —
Ron busco sus labios y lo beso despacio. Poco a poco incrementaron el ritmo y las manos de ambos volvieron a recorrer el cuerpo del otro, con la diferencia de que Draco bajo hasta su trasero, ahí se quedó un rato masajeándolo y entonces empezó a explorar. Ron dio un respingo y un quejido se le escapó cuando sintió un dedo de Draco intentando abrirse paso en su entrada trato de concentrarse en los besos pero le era imposible.
—tengo que prepararte o será muy doloroso para ti cuando… —trato de explicarle
Asintió —estoy bien, solo es raro y duele un poco —
—podemos parar, no tenemos que… —
—no, —Ron lo interrumpió —quiero hacerlo. No te detengas —
—esto lo hará más fácil —se separó de él y lambio sus dedos antes de volverlo a intentarlo
Está vez todo su dedo entro en él, comenzó a moverlo en círculos, Ron no entendía cómo pero llegó hasta el fondo y rozo un punto especifico que lo hizo jadear. Sin darse cuenta estaba mordiendo sus labios y deseando más. Como si Draco leyera sus pensamientos agrego un segundo dedo, durante unos segundos acaricio, después simuló estocadas, entrando y saliendo, sin salir por completo. Ron no se dio cuenta cuando abrió sus piernas lo más que pudo y comenzó a moverse buscando más contactó. Ni siquiera era consiente de sus gemidos en el momento que el tercer dedo entro en él.
Se sintió molesto cuando Draco saco de repente sus dedos, en su lugar alineo su miembro en la entrada y fue deslizando la punta, despacio hasta que todo estuvo dentro. Dolía, no tanto como creyó que lo haría pero seguía siendo un poco doloroso. Draco no se movió, solo se acercó a sus labios y lo beso para distraerlo.
Ron no necesitaba escuchar las palabras «te amo», él las estaba sintiendo en este momento con las caricias delicadas que Draco le daba, lo sentía con cada beso apasionado, lo sentía con la forma en que lo miraba en este instante, como si fuera lo más hermoso del mundo y definitivamente lo sentía en este momento con la paciencia que estaba teniendo, esperando que se acostumbrara a tenerlo dentro.
Finalmente los dos comenzaron a moverse. Draco estaba tocando directamente ese punto que lo había hecho jadear antes, está vez su mente se nublaba, su cuerpo ardía más y más, se sentía al borde del abismo y estaba muy seguro de que Draco no se encontraba mejor. Pero su verdadera perdición fue cuando enredado sus piernas en las caderas de Draco y él sujeto su cintura para dar más profundidad, después de eso solo bastaron un par de estocadas para que Ron se dejará llevar por su orgasmo y a los pocos segundos Draco lo acompaño.
Draco salió de él y se recostó a su lado. Así se quedaron hasta que sus respiraciones se normalizaron y sus cuerpos dejaron de temblar. Entonces Ron se giro y lo abrazo, había tantas cosas que quería decirle y tantas otras que preguntar, pero simplemente no se atrevió acabar con el momento, porque también quería que este momento durará para siempre y la calidez que generaban sus cuerpos unidos nunca desapareciera. Por suerte Draco lo rodeo y apretó contra él, su cerebro comenzó apagarse.
—descansa mi leoncito —beso su frente
—descansa mi amor —fue lo último que dijo y se dejó llevar por el sueño…

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Nuestro mundo ideal
Fiksi PenggemarUn mes después de la guerra Ron Weasley despierta en un mundo que no conoce y no solo eso, se entera que esta en una relación con Draco Malfoy. ¿Es un sueño, una alucinación o otra cosa? Sin importar lo que es, debe buscar la forma de volver a su mu...