Capítulo 1

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~3 años después~

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~3 años después~

Beled Hawo, Somalia

2.1 km al sur de Madera, Kenia


Vannesa

—No vas a ir así

—No te pregunté si me dabas permiso— hablo mientras termino de ponerme el uniforme

—¡Estas cruda por Dios!, Tal vez hasta sigues ebria

—Entonces bájale a tu puto tono de voz— muy a penas pude soportar que abriera las ventanas sin desintegrarme como Drácula, y ahora se pone a gritar como desquiciado

—No vas a ir

—El que da órdenes aquí no eres tú, papasito— replico y no dice nada, solo pone su estúpida sonrisa de poker y sale de mi habitación

Ayer fue nuestro día libre, se supone que hoy también lo sería y por eso me emocioné con los tequilas, pero resulta que a las seis de la mañana me llama Rivera y me dice que tenemos información relevante para la misión que estamos llevando y como el trabajo es primero, pues tocó quitarse la borrachera de una u otra forma

Termino de recogerme el cabello, me pongo la gorra y salgo con los lentes oscuros en los ojos

Todo aquí es desierto y nada más que eso. El calor mata, no llueve casi nunca y por ese motivo el hambre abunda así que tuve que dejar de lado mi preferencia hacia los climas fríos para ponerme a trabajar porque si de por sí la comida es escasa, si los grupos guerrilleros se las quitan así porque si a los pobladores es aún peor y eso yo no lo permito, por eso estoy tras ellos

Esos hijos de puta no van a poder conmigo

A mi paso por el campamento todos dejan de hacer lo que hacen para saludarme. Regularmente me detengo para hacer lo mismo pero ahora solo puedo asentir en su dirección como respuesta

Necesito agua, una aspirina y que la tierra me trague por tomar tanto

—Perdón por la tardanza— hablo entrando a la pequeña oficina en dónde ya puedo quitarme las gafas de sol

—Oí que estás indispuesta— mis ojos van hacia Jake que sonríe victorioso con los brazos cruzados

—Estoy bien

—Es una misión de reconocimiento, no puedes ir intoxicada

—Dije que estoy bien Rivera, no vine a oír sermones así que dime qué tienes para mí— la botella de agua en su escritorio me llama así que voy allá y la tomo para empinarmela después ante su mirada—. Luego te compro una garrafa si quieres, ¿Podemos empezar ya?

Línea Cero- MetástasisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora