16 de Diciembre, el arresto de Antony Bennett, las confesiones hirientes y la partida de Vannesa Collins. Un día cualquiera para muchos, para ellos la pauta que marcó un antes y un después en sus historias
El tiempo pasó pero las heridas, los arrepe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vannesa
El sol es abrasador al igual que el insoportable calor, pero ni siquiera eso detiene el ir y venir de balas
Explosiones por todos lados, gritos y un guerrillero a unos metros de mi termina de masacrar uno de mis soldados mientras yo me arrastro sigilosamente por los escombros tratando de alcanzar a un pequeño que llora bajo los derrumbes
—I caawi!
Suplica y trato de ponerme de pie para acercarme más rápido, pero no puedo. Un proyectil se acerca en dirección al pequeño que llora desconsoladamente
Grito para que alguien haga algo pero todos parecen absortos en su mundo. Clavo los dedos en el piso para jalar mi cuerpo pero no sucede nada, no me muevo, no actúo
Todo se detiene
El niño voltea a verme fijamente, articula una frase que no logro descifrar y luego el proyectil detona justo a su lado formando un estruendo que me hace voltearme, haciendo de mi cuerpo un ovillo en busca de protegerme de la ola expansiva
Que no llega
Abro los ojos un segundo después. Personas llorando a mis alrededores, la guerra fue reemplazada por las pequeñas chozas de los pobladores Somalíes que dejaron sus coloridos vestidos de lado para portar el negro
Camino hacia donde todos se dirigen. Entro a una de las chozas y llego hasta el centro de está donde, en medio de una cama de paja con una manta blanca encima, descansa un pequeño cuerpo. Es él, el niño que trataba de salvar
—Sideed isku sheegtaa askari?
«¿Cómo te haces llamar soldado?»
Su madre pregunta acariciando su cabeza que no deja de sangrar
—Ma awoodid inaad qofna wax u qabato
«No eres capaz de hacer nada por nadie»
Voltea hacia mi con la expresión destrozada
—Waxaad u malaynaysaa inaad tahay geesiga?— me pregunta—. Waad la simantahay iyaga!
«¿Crees que eres un héroe?». «¡Eres igual a ellos!»
Las lágrimas cristalinas son reemplazadas por sangre. Desvío la mirada, pero todos los presentes lucen exactamente igual mientras se acercan a rodearme, con liquido carmesí cubriéndoles el rostro, la ropa y las manos
—Ku dhiiglayaasha
«Asesinos»
—Dilaaga
«Asesina»
Retrocedo cubriéndome los oídos y mi atención va a al niño, su cara ahora tiene gusanos y justo a su lado está el proyectil que le arrebató la vida, entero y con la leyenda US Army en él
