Capítulo 22

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Vannesa

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Vannesa

Decir que Nikolett pudo morirse en cualquier otro momento es cruel, pero pudo morirse en otro momento

Su muerte pasó a joder la parte del plan que ya teníamos. Ella se acostaba con el tal Imperial, la húngara habría sido el camino fácil y más rápido para llegar al objetivo de la misión y acabarla de una vez, pero se descuidó, bajó la guardia a sabiendas de la cantidad de personas a las que su existencia sobre este planeta les molestaba, y eso le valió terminar descuartizada en un hotel del centro de Manila, dónde se supone se encontrarían

Todo habría sido menos complicado si hubiera aceptado que la acompañara a su reunión, pero se negó y eso nos obliga a tomar el plan B

—Rápido, Chelsea— se asoma por milésima vez el encargado—. No vino Marilyn y te toca todo el lado sur

—Ahora salgo— contesto terminando de colocarme los guantes

—No tardes, hoy tenemos casa llena— asiento y sale poniéndose a dar instrucciones a los de afuera

Vuelvo frente al espejo y saco el labial rojo que pongo sobre mis labios dándole aún más contraste a los pupilentes en mis ojos. La puerta vuelve a abrirse y el silbido que escucho de su parte me saca una sonrisa

—¡Carajo!, ¿Dime dónde coño consigo un cuerpo así?

—En el gimnasio, Daphne— le contesto divertida por la forma en que lo preguntó

—¡Ja!, Es más fácil que consiga un cirujano que me corte el exceso de carne. ¿Cuánto crees que me paguen por ella en la Deep web?

—No lo suficiente para que te vayas de aquí

—No subestimes a los caníbales— entra hasta mi espacio en el estante de pertenencias, y comienza a ver mi ropa como siempre—. ¿Conoces a algún cirujano que sea capaz de que yo llene esto y entre a la vez?— extiende la blusa frente a ella

—Estas perfecta así, no necesitas arreglos. ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?— es preciosa; no debe tener más de veinticinco, su estatura es baja, los pechos son pequeños y las caderas anchas, además de que la piel tiene un tono moreno precioso, propio de su país natal

—Lo dice la mujer que fácilmente pudo participar en Miss Universo y llevarse la corona— suelta y yo ruedo los ojos terminando de ajustarme las correas del corsé de arnés negro que llevo puesto—. No es malo querer ser más hermosa

—No digo que lo sea, digo que este lugar no es una buena razón, ni un buen lugar para usarlo— desvía la vista y avanzo hasta estar frente a ella

—Si no lo tengo aquí, no lo tendré nunca— le tomo el mentón y lo levanto hasta que sus ojos conectan con los míos

—Vas a salir— le digo y una sonrisa fingida se forma en sus labios

—Llevo aquí diez años— su voz carece de vida, de esperanza— ya me resigne a qué eso no va a pasar

Línea Cero- MetástasisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora