🌑 Midnight 🌑 ✨ Jiyoo ✨

El Hombre De Los Ojos Rojos

Buscar vampiros parecía una tarea sencilla, tan solo deberíamos buscar personas de piel pálida, ojos seductores teñidos de gris y cabello oscuro como la noche misma. Parecía incluso más fácil encontrarlos si se escondían entre las personas de un pueblo pequeño, donde todas las personas se conocen entre sí. La verdad no lo era tanto, únicanente teníamos conocimiento de la entrada de Haen y Gahyeon, ninguna con ojos grises, por lo tanto en caso de haber alguien nuevo en el pueblo, se estaba escondiendo bien. Quisiera haber ido casa por casa pregúntando si había algún chupasangre dentro, pero esa técnica sería igual de efectiva que sumar cero más cero

   — Volvemos a la caza de vampiros — dijo Siyeon armándose con una daga de plata en su cinturón. Yo pensaba que el envenamiento por plata era exclusivo de los hombres lobos, pero Haen dedujo que el mineral era una especie de arma anti sobrenaturales, por lo que si bien no es un estaca de madera sería igual de eficaz

   — La última vez fuimos dos heridas — murmuró Bora quien aún le daba vueltas al tema de los cazadores

   — Confiamos demasiado en los aullidos, esta vez vamos a usar nuestro vínculo. Si alguna llega a tener un cambio anímico negativo iremos con ella — sentenció Siyeon

   — No me gusta tener que usar nuestra propia sangre — si el plan salía bien sería la tercera vez que me intentarían morder el cuello

   — Vamos a estar bien, somos una manada — usó su voz para obligarnos a sentirnos mejor, a mí tan solo me hacía enojar el que intentara controlarme. Evitando su rojiza mirada me centré en mi propia daga que envainaba junto a mi cinturón

   — Tengan mucho cuidado con esas dagas, un corte y estamos muertas — advirtió Bora — Casi literalmente...

🌑🌲

Estaba de vuelta en el bosque donde conocí a Minji, parecía que había sido hace mucho tiempo cuando casi me arranca el cuello con sus colmillos. Habían pasado dos meses de aquello y las imágenes seguían vívidas en mi mente, la vampira y yo nos enfrentamos cara a cara sin saber que su corazón muerto volvía a later por mi mera existencia. El destino pareció quererse reír de mí

Una vez encontré el lugar ideal desde el cual lograba tener un amplio rango de visión, recosté mi espalda de un tronco arrastrándola hasta que me senté en la raíz del árbol. Antes de dañarme a mí misma, alcé la vista al oscuro y hermoso cielo nocturno, las nubes volaban con el viento cubriendo la luna y las estrellas, brillando de blanco agraciando la noche. El bosque me parecía tan pacífico que atraer un vampiro no era lo primero que quería hacer, lamentablemente aquella era mi única opción

Cuando la nube se apartó de la luna pude verla en su esplendor, una redonda luna llena, cargada de energía y vitalidad, majestuosa como siempre. Al verla no necesité un espejo para saber del brillo en mis ojos, era hora de transformarme.

Mis manos y garras se agrandaron imitando a los caninos, mi cabeza se moldeaba imitando a un carnívoro dispuesto a luchar por comida y mi cuerpo entero se ensanchaba a la par que el cabello me crecía en todas partes. Una vez adopté mi forma bestial corté con mis garras mi propio brazo, haciendo que de él brotara sangre licántropa, lo que Minji definiría como una delicia

No voy a mentir, tenía miedo, no estaba segura de poder contra un vampiro yo sola, pero tampoco quería que mis hermanas se enfrentaran contra uno sin mí, así que esto sería jugar la ruleta rusa. Cada una con un corte en sus manos, esperando a ver quién atraía a un chupasangre

Pasaron varios minutos y ya mi herida ardía, pero no podía hacer que su olor dejara de atraer a los monstruos, así que esperaba alerta a que alguien apareciera