¿Podemos hablar?

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El árbol de la manada lucía igual de majestuoso que siempre, al acercarme pude volver a leer las iniciales que en este estaban marcadas. En parte me conmovió el leer las siglas de mis padres, o las de los demás antiguos miembros de la manada. Por otra parte, realmente me ponía triste el que solo tres miembros sigan activos de esa manada. Mi oído me alertó de cierto sonido, oí unos pasos realmente cerca de donde me encontraba

Al voltear ví cerca mío lo que parecía ser un hombre, completamente tapado impidiendo el que lo reconociera. A través de sus lentes oscuros observó atentamente el viejo roble

— Disculpe, ¿Quien es usted? — pregunté con decencia, aunque esa persona no me causaba buena espina. En respuesta él dedicó una mirada hacia mí

No pude observar sus ojos, pero sentía como examinaban cada parte de mi cuerpo, tardó unos largos segundos en dedicar su mirada a otro objetivo, pero nunca respondió mi pregunta. Incluso se fue caminando por donde supongo que vino. Entre el camino su silueta se perdió por la distancia

Intentado olvidar aquella escena, volví a mirar al árbol, diciendo un adiós para luego partir y volver a mi hogar. El atardecer se veía a mi lado, aquel sol de color naranja bajaba entre los árboles del bosque. El viento soplaba refrescando todo el ambiente, el pueblo con menos calor comenzaba a tornarse frío. Los niños entraban a sus casas riendo junto a sus amigos

La noche llegó sin yo estar en mi casa, para ser sincera poco me preocupaba; el pueblo era un lugar muy seguro y nada me podría pasar al acabar el atardecer, o eso creía

Mi casa ya estaba a la vista, caminaba hacia ella con obvias intenciones de entrar. Oí pasos, rápidos y constantes acercarse, aquello que se acercaba era mucho más rápido que un lobo; antes de hacer cualquier cosa observé mi alrededor, nada sospechoso ocurría, aún así antes de lo previsto aquella persona que se acercaba a mí llegó

Mí corazón se detuvo al ver quien estaba frente a mí, sus hermosos ojos grises y rojos labios captaron nuevamente mí atención. Mi cuerpo me llamaba a ella, causaba en mí un deseo sexual inigualable; a pesar de haber tenido algunas relaciones en el pasado, por nadie había sentido el querer abalanzarme sobre esa persona y fundirme en sus labios. Por mucho que intentara negarlo mis instintos eran despertados por esa chica. Me daba pena, estaba actuando justo como Omega en celo, siendo seducida por su Alfa; pero yo soy Beta, mi celo es un simple ciclo menstrual

Ignorarla sería estúpido, alejarme solo haría que mi debate mental se volviera más profundo. ¿¡Que m****a hice para tener de pareja predestinada a una chica a la cual odio?!

— ¿Puedo hablar contigo? — preguntó la chica de piel pálida, mientras lentamente se acercaba a mí, a la par que hacía eso yo retrocedía

— ¿Que quieres? — respondí con una pregunta, era consciente de que mi tono de voz era cortante y en parte odioso

Ella caminó con intenciones de que la siguiera, tuve que hacerlo. En el recorrido el ambiente era tenso, no quería estar con ella, muy al contrario de mi cuerpo. Todo fue un silencio incómodo hasta llegar al restaurante de uno de los señores del pueblo, al cual conocía; aquel señor mayor solía invitarme a comer ahí en mis cumpleaños o en fechas especiales

La vampira se sentó en una de las mesas, tuve que sentarme junto a ella. El tener sus ojos tan cerca mío me causaba atracción, aquellas dos esferas me seducían con la mirada, no podía fijarme en cualquier otro rasgo de su cara porque mire a donde mire, sé que será imposible encontrar alguna parte que no sea atractiva

— Yoohyeon, lo siento tanto por lo que le hice a Bora — habló Minji rompiendo el silencio

— Bora no tiene rencor hacia ti, pero lo que hiciste yo no lo puedo pasar por alto — respondí, seguido de eso un chico de unos 19 años nos tomó los pedidos, Minji obvió el pedir comida, simplemente pidió un té de manzanilla. Por mi parte, prefería ahorrarme el cocinar así que pedí unos rollos de pavo relleno, el mesero anotó la orden en su libreta

— Ulala señora francesa — la chica había logrado hacerme algo que no quería, mostrar simpatía, aquel comentario hacia mi pedido me hizo reír, aún más con la entonación que aplicó. El mesero procedió a volver a la cocina, dejándome sola con una chica que me cae mal

— Pensaba que las lobos no podían reír, no te había visto hacerlo

— Tengo mis razones para no reír frente a ti

El ambiente se volvió incómodo nuevamente, mejor dicho, nunca dejó de serlo, mi risa sólo bajó la tensión momentáneamente. Ella se veía cabizbaja, dentro de mí un sentimiento de pena comenzó a crecer, ¿Por qué sentía pena por alguien que casi asesina a mí mejor amiga?

Porque la amas

— Minji, ¿De donde vienes? — intenté romper el silencio y la atmósfera pesada con una simple pregunta

— De muchos kilómetros al sur — suspiró mientras miraba su mano donde se encontraba la marca de su clan — Hace siete años, llegaron algunos sobrenaturales a la ciudad donde vivía

Quise decirle algo a la chica, pero su mirada me indicó que no había terminado de hablar. Su mirada la cual se había perdido, volvió a mis ojos, aquellos globos estaban llenos de melancolía y nostalgia

   — Yoohyeon, debo contarte porqué sé tanto sobre ti

🌑 Midnight 🌑 ✨ Jiyoo ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora