🌑 Midnight 🌑 ✨ Jiyoo ✨

Mi Alma Predestinada Es La Vampira

   — Siyeon, sé quien es — mis ojos amarillos se posaron en los de la alfa, los cuales se habían tornado rojizos — Ahora puedo pensar claramente, la chica es Lee Yoobin

Bora nos miraba sin entender nada de lo sucedido, ella no había estado en ese mundo sombrío, por obvias razones era imposible que supiera la implicación de Lee Yoobin en esto. Siyeon reaccionó como era de esperar, la sorpresa quedó plasmada en su rostro, frunció el ceño, su sorpresa se tornó en confusión, aquello era incomprensible. Conocíamos a Yoobin desde pequeñas y nunca había aparentando ser una sobrenatural, siempre se rodeaba de gente muy conocida en el pueblo, ella misma era una chica popular y fiestera, jamás habríamos sospechado de ella. Pero la voz era fácilmente reconocible, profunda, serena, propiedades que hacían a la voz de la chica reconocible y única

   — Vamos a su casa — al oír su voz noté como contenía sus propios gruñidos, su alfa quería salir a la luz obligándonos a Bora y a mí a hacer lo que ella quisiera. Miré a Bora quien se asustó tenuemente, retrocedió un poco, ella siempre ha sido sensible a la parte alfa de Siyeon

   — Esto no lo resolveremos hoy Siyeon, debemos descansar es más de medianoche y estamos hechas polvo — intenté entonar calma, transmitiendo mis sentimientos a través del sonido y del aroma

   — Yoohyeon tiene razón, no es momento para ir a la casa de nadie — Bora avanzó hacia nosotras, sus ojos brillaron del mismo color que los mío. Siyeon luchaba contra sus gruñidos, su respiración se hizo frenética, tanto Bora como yo podíamos percibir su lucha interna, habían venido a la zona solo para atrapar a unas supuestas sobrenaturales, pero al llegar se entera que todo el tiempo tuvimos a una chica que desafía la realidad humana frente a nosotras

Mis piernas marcaron mi movimiento hacia mi mejor amiga, mis brazos la rodearon, e intenté susurrarle al oído lo bien que estaríamos si descansaramos. Bora se unió a nuestro abrazo, al eso suceder Siyeon bajaba su estrés y con eso su respiración volvía a la normalidad, los gruñidos que antes amenazaban dejaron de hacerlo. Las  tres compartíamos un mismo sentimiento, 'calma'

   — Bora vamos a tu casa, estoy sangrando y debo limpiarme — Su voz sonaba mucho más tranquila que antes, eso nos alegró tanto a la omega como a mí

🌑🌲

   — ¿Estabas en una cita? — preguntó Bora, el sonido de fondo era patrocinado por la ducha de Siyeon, el caer de las gotas se podía escuchar en la habitación de la omega, acompañadas del canto de 'Dancin' de Aaron Smith producido por la alfa - si no sabes que canción es, te envidio -

   — No exactamente... — junté las manos de Bora con las mías, mi mirada se hallaba en sus tiernos dedos — La vampira, Minji, tiene mucho más de lo que esperábamos. Conoce a nuestros padres, fue asesinada, era drogadicta y... — en algún momento mis recuerdos se fusionaron con los de Minji, podía sentir a esa pelirroja sufrir, la veía despertarse de la tumba con su cabello con una coloración totalmente distinta, inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas, mi vista temblaba nublándose

Bora colocó una de sus manos en mi mejilla, el calor de ella me reconfortaba pero no lograba que los recuerdos de Minji se fueran. La omega suavemente alzó mi mentón dando paso a nuestro cruce de miradas, con una voz serena me transmitió — Yoohyeon, cálmate un momento y sígueme contando

Las lágrimas caían por mi rostro, pero estas no eran mías, yo había controlado mi tristeza — Tus ojos Yoohyeon, son grises —  Bora se veía algo confundida, saqué mi celular de mi bolsillo y encendí la cámara. En efecto mis ojos eran grises y no paraban de llorar, aquellos no eran mis ojos — ¿Acaso tienes algo con la vampira?

   — Bora, Minji es mi predestinada — los sollozos no paraban de salir de mí, quería dejar de llorar, pero era imposible. Bora me abrazó, su calor característico lograba calmarme siempre, en aquel momento lo necesitaba. Mi llanto paró y volví a mirar mi celular, había vuelto al marrón usual en mi globos

   — Yoohyeon, para ser predestinada de un alma tan brillante y hermosa como la tuya hay que tener un corazón hermoso. Estoy segura que la vampira no debe ser tan mala — Bora se apartó un poco de mí y sonrió, yo hice lo mismo

Una puerta se abrió repentinamente, Siyeon salió del baño ya duchada y con el cabello mojado, nos miró en ese estado siéndole imposible no preguntarse — ¿Que pasó? Me voy a duchar un momento y al salir veo a Yoohyeon acabando de llorar — al igual que a ella le fue imposible no preguntar a mi me fue imposible no reír ante aquello, limpiando las pocas lágrimas que quedaban en mi rostro

   — Yoohyeon tiene algo que contarnos — dijo Bora, Siyeon se vio un poco más seria e incluso Bora había perdido su sonrisa — cuéntanos la historia completa de Minji, la vampira

Aquello fue muy repentino, pero debía hacerlo, les iba contar todo lo que Minji me dijo e incluso el detalle de que se quedará en mi casa. Al inicio de la historia Siyeon se notaba molesta, sus ojos brillaban de rojo, no le importaba nada como murió la vampira, ni sus gustos por las drogas, al contrario de Bora, ella mostraba compasión y lástima por lo que yo contaba. Las reacciones de ambas fueron un poema una vez mencioné a mi padre, Siyeon llevó una mano a su rostro tapando su boca abierta por su sorpresa, sus ojos volvieron a su tono habitual eliminando el aroma a enojo proviniente de ella. Bora abrió sus ojos como platos, inmediatamente la compasión que sentía emanó en forma de aroma, inundando la habitación de aquel olor

   — Minji fue enviada por Leeteuk — suspiró Bora, a este punto ella ya no estaba frente a mí en la cama, se encontraba a mi lado abrazándome, quien sí estaba frente a mí era Siyeon, sostenía mis manos con fuerza impidiéndo que estallara en llanto. Siyeon no tenía idea de que la vampira era mi predestinada, pero ella sabía que contar eso me afectaba y no me dejaría caer

   — Y aún así solo la ataqué — Siyeon se notaba arrepentida, ahora era yo quien apretaba sus manos con fuerza, no debía echarse toda la culpa

   — Ella empezó, estaba hambrienta y al verme quiso consumir cada litro de mí — respondí intentando restar algo de culpabilidad a Siyeon

   — Aún así, pude dejarla noqueada y ya, pero quería acabar con ella — Siyeon subió su mirada hacia la mía, sonreí haciéndole ver que nada estaba mal — ¿Sabes si aún tiene las heridas?

   — Cuando estuve con ella en el bosque mencionó que tomó analgésicos para ellas, pero no puede sanarlas debido a que son heridas de alfa

   — Debo ayudarla, ¿Sigue en el bosque? — preguntó Siyeon algo preocupada, yo no supe como reaccionar inmediatamente mi vista se centró en la unión de manos

   — No, ahora está en... — tragué en seco, Bora al notar mi nerviosismo juntó sus manos con las nuestras, con eso logré calmarme y una repentina seguridad recorrió mi cuerpo, indicando que estaba lista para contarlo — Minji está en mi casa

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