Nada es eterno

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Un calor incómodo se adueñó de mi cuerpo, aquella sensación me incitaba a despertar. Odiaba hacerlo, había logrado dormir y tener un sueño hermoso por primera vez en un buen tiempo. Había estado con Yoohyeon en mi propia realidad ficticia, lo que menos quería era despertar y darme cuenta que la loba estaba sola en su habitación y yo en la mía

Incómoda a causa del calor abrí mis ojos, percantándome del lugar donde me encontraba, estaba en la antigua cabaña del bosque. Aquella en la cual me refugié unos días antes de conocer a Yoohyeon, sus paredes de madera permanecían igual de astilladas y mohosad que siempre. La cabaña era el único recuerdo que permanecía en el pueblo de sus anteriores épocas, fácilmente podría llevar en pie más de cuatrociencientos años

Me preguntaba por qué estaba sobre aquel viejo y duro colchon, si de algo estaba segura era que no había vivido en un sueño el último mes. Al levantarme me percarté del ardor que atacaba la parte baja de mi cuello, pasé mis dedos por mi piel dándome cuenta de pequeños hoyos. Justo en el lugar donde los dientes de Yoohyeon habían atravesado mi piel, como si el sueño de la noche anterior hubiera sido completamente real y vívido

Detrás de mí una voz meláncolica captó mi atención, desde el marco de la puerta se hallaba Yoohyeon, usando la misma ropa rasgada y maltratada de la noche anterior, idéntica a las de mi sueño

   — Mis padres tenían unas marcas similares, me enseñaron que es la máxima prueba de amor que un lobo puede demostrar — logró erizar mi piel tan solo con su hermosa y apagada voz — Algo tóxica ¿No? Marcas a tu pareja como si fuera ganado

   — No fue un sueño... — dije para mis adentros, a lo que la chica frente a mí se mantuvo en silencio — No lo veo de esa manera, es más un símbolo de valentía, estás segura de que tu amor por esa persona es eterno y lo quieres plasmar en tu cuerpo

Argumenté sin pensarlo mucho, supuse que su rostro enrojecería o mostraría alguna verguenza corporal, en lugar de ello tan solo asintió. Su mirada se hallaba perdida, recordándome en exceso a los ojos de Siyeon el día de la reunión con las otras sobrenaturales, una mirada que contemplaba el limbo y su oscuridad.

   — Anoche no estaba en mis 6 sentidos, si hice algo que te molestó te pido perdón

   — Me diste la noche más espectacular de mi vida Yoohyeon — pronuncié acercándome a ella, esperando notar alguna expresión satisfactoria en su rostro, pero me comí un marrón al ver que tan solo evitaba el contacto visual

   — A mí también me gustó mucho... — sus oscuros ojos marrones paseaban por la habitación, como si buscara detalles inexistentes en aquellas astiladas paredes — Debes estar harta de oír esto, pero necesito tiempo para mí...

   — No — sentencié fulminandola con la mirada, tenía razón estaba harta del rechazo a mi ayuda que ella hacía día y noche. Su expresión por fin cambió a causa de mi enojo, parecía como si un cachorro indefenso se hubiera adueñado de su cuerpo, a pesar de ello mantenía mi mal humor — No necesitas tiempo para ti, necesitas que esté a tu lado apoyándote, pero estás encasillada en llevar todos estos problemas sola cuando en realidad eres incapaz de controlar tus emociones

Al oír mi enfado sus ojos brillaron adaptando una expresión furiosa, a lo que pude oír como empezaba a gruñir de manera defensiva, clavando sus esferas en mí por primera vez en el día

   — ¡No tienes idea de por lo que estoy pasando Minji! — gruñó

   — ¿No? Caí en las drogas, mis padres y seres queridos me odiaron por eso, me asesinaron, despreciaron y me trataron cual ganado. Perdóname por decirte que necesitas compartir la carga de tus emociones

Al oír mi argumento quedó callada, su rostro enrojecía a causa del enojo y sus manos en forma de puño sangraban a causa de la presión que sus garras hacían sobre su palma, como si estuvieran haciendo metamorfosis. Se acercó a mí y por un momento me convencí de que me iba a golpear, pero en lugar de eso se recostó en mi pecho, instintivamente la rodeé con mis brazos

   — Yoohyeon, no tenía a nadie en quien confiar hasta que te conocí, tan solo quiero que sientas lo mismo

   — Lo siento, es solo que todo esto ha sido horrible y anoche cuando nos acostamos olvidé todo — sus lágrimas caían sobre mi hombro — No lo quiero olvidar, no a mi padre

   — Leeteuk no quisiera verte llorando y mucho menos ensangrentada — mencioné juntando nuestras manos, empapando la mía del carmesí que brotaba de la suya — Él quisiera que defiendas las reliquias y sobretodo que seas libre

   — Si queremos una relación te va a costar aguantar mis cambios de humor — por primera en la noche intentó hacer una risa forzada, risa la cual permitió que pudiera relajar la conversación

   — Nunca he dicho que quiera una relación contigo

   — Entonces debiste decirlo antes, porque ahora tienes una cicatriz que toda tu eternidad te va a recordar que me perteneces

   — ¿Soy tuya entonces?

   — Eres mía

Quisiera haberle podido decir lo mucho que la palabra eternidad dolía, al saber que aquella condición era unilateral y en algún momento sin importar la intensidad de nuestros sentimientos nos separaríamos para siempre

🌑 Midnight 🌑 ✨ Jiyoo ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora